La física, la química, las matemáticas y otras disciplinas de las ciencias exactas no son difíciles si se enseñan de manera divertida y con ejemplos de la vida cotidiana.
Esto es lo que quieren mostrar especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la Feria de la Ciencia que se llevará a cabo este fin de semana en el Museo de Historia Natural dentro del Bosque de Chapultepec.
Luego de recorrer esta pequeña feria en la que incluso se pueden ver los colores del sol a través de un telescopio, la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Tanya Müller, agradeció a la Universidad Nacional la instalación de esta feria en este museo, porque son acciones que expanden el conocimiento desde el lado divertido tanto para niños como para adultos.
Sobre todo para niños y niñas que se dice que no les gusta la ciencia, pero cuando vemos talleres que parecen cosas artesanales, pero detrás están las matemáticas, cuando ves un tema de seguros, pero que detrás está la probabilidad y la estadística, entendemos la importancia que tiene la ciencia en nuestra vida cotidiana», destacó.
Por ello, aseguró que este tipo de actividades de fin de semana son mecanismos eficientes para acercar la ciencia a los niños y que vean lo divertida que puede ser para despertar las inquietudes en los infantes.
Hacer del monólogo del stand up un caballo de Troya para enseñar a la gente de qué tratan las matemáticas y la física ha sido la clave con que Saúl Cortés ha conquistado a miles de espectadores.
Él se ha presentado en auditorios del Museo de las Ciencias Universum, la Sociedad Astronómica de México y preparatorias, desde hace un año; su objetivo es quitar el velo de solemnidad a través del cual normalmente la gente mira la ciencia y presentarla tal como es: accesible y apasionante.
Único en el país en su estilo de divulgación basado en el stand up, Cortés, de 23 años, es académico de geometría analítica en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y considera que su vocación, por encima de la docencia, es popularizar la ciencia.
Quiero hacer de la ciencia algo más de la cultura popular. Así como la gente dice que le gusta escuchar música, también quiero que la gente diga que le gusta la ciencia. Así como la gente se pone a ver Netflix, quiero que tome un libro de ciencia y se ponga a estudiar, por gusto”, dice Cortés.
Una meta del joven divulgador es hacer ver a la gente que el pensamiento crítico, propio de la ciencia, es útil también para tomar decisiones en cualquier área de la vida, sobre todo en los tiempos actuales de fake news, terapias médicas alternativas y campañas políticas.