El Museo Nacional de San Carlos semillero del arte nacional

El Museo Nacional de San Carlos es semillero de la historia del arte mexicano, ataja su directora Carmen Gaitán. No lo dice al azar, sino bajo el argumento de que su colección de dos mil 20 piezas fue el primer acervo institucional en México, y el primero de arte europeo en América Latina. Y al tener su origen en la Real Academia de San Carlos, en el recinto se traza la genealogía del arte nacional.

Por ello no es para menos que en su 50 aniversario, que celebrará el próximo 12 de junio, se haga un ejercicio de memoria a partir de su propio acervo para hilar la historia del arte que inició con la Nueva España. Trazar el árbol genealógico del museo que sirve de espejo del trabajo de los artistas novohispanos formados en la Academia. La lectura será a través de la exposición Evocaciones, en la que 200 piezas revelarán el pasado del museo cincuentenario.

“Lo que pretendemos es explicarle al público cómo se conforma una colección, quiénes son los actores que entran a conformarla desde la iniciativa privada, el Estado mexicano, donaciones o adquisiciones. Es la colección de arte gótico más importante que tiene el país. Así la exposición le va a permitir al público hacer un recorrido de cómo se conforma una colección, cuáles es el sentido de conservarla. Es por hacer memoria; siempre como seres humanos necesitamos tener una explicación de cómo provenimos”.

Así explica Gaitán la exhibición que se inaugurará justo el día del aniversario, bajo la curaduría de Ana Garduño. Un trayecto no cronológico sino como red temática donde convergen personajes, corrientes artísticas, escuelas, periodos, pintores y directores, para develar recuerdos; por ejemplo, que San Carlos tuvo en comodato, por un periodo extenso, 77 piezas del coleccionista Franz Mayer antes de que abriera su propio museo, o que un número importante del acervo del Museo Nacional de Arte pertenecía al recinto ubicado en la colonia Tabacalera.

“El objetivo de la muestra es un ejercicio recordatorio; hacer memoria de qué es lo que heredamos, cuál es nuestro patrimonio artístico, y para eso es bueno recordar la primera colección que se formó en México de manera oficial con apoyo del Estado; la más importante de América Latina de acervos europeos; esto nos ayuda a responder preguntas sobre qué es una colección, cómo se construye un acervo”, apunta Garduño.

La de San Carlos es una colección —pinturas, esculturas, estampas y dibujos— que recorre desde el siglo XIV al XX. Un panorama desde el gótico catalán, el renacimiento, el manierismo italiano, el arte holandés, la pintura francesa y española, hasta llegar al romanticismo y el imperialismo. Con autores como Francisco de Zurbarán, Joaquín Sorolla o Mariano Salvador Maella.

En el trayecto curatorial, la propuesta es confrontar las obras en núcleos temáticos: Fundación de la Academia, Diálogo Europa-México, escultura, pintura dentro de la pintura, dibujo, adquisiciones de Alberto Pani. Este último, explica la curadora, responde a que el político destinó presupuesto de las diferentes secretarías de Estado en que despachó para adquirir obras para la Academia, lo que lo colocó entre los principales creadores del acervo del museo.

“Yo me atrevo a decir que sin este acervo de San Carlos no entenderíamos el arte mexicano, no sabríamos por qué el arte mexicano es como es. Veo en esta colección la historia del arte mexicano. También es importante que la gente sepa que no sólo es historia lo que va a encontrar, sino obras que nos hablan a muchas generaciones de diferentes temas como religión, humanidad, naturaleza, política”, acota Garduño sobre la exposición que tendrá también piezas del MUNAL.

Ingeniería Tolsá

El edificio data del siglo XVII. Fue una petición de María Josefa de Pinillos al arquitecto Manuel Tolsá para regalar a su hijo el conde de Buenavista. Tras ser casona de condes, en la primera mitad del siglo XX sirvió primero como oficina y fábrica de la empresa Tabacalera Mexicana; más tarde como sede de la delegación diplomática de Reino Unido. Entre 1933 y 1945 albergó las oficinas de la Lotería Nacional y de 1958 a 1965 sirvió de aula para alumnos de la Escuela Preparatoria 4 de la UNAM.

En 1968, el entonces presidente Díaz Ordaz promovió que la casona, que pertenecía a la SEP, se convirtiera en un museo para albergar la colección de la Real Academia de San Carlos, el cual inauguró el 12 de junio del mismo año.

Al inicio su acervo era menor y se distinguía por el material generado desde la escuela de artes, pero ha crecido con donaciones, adquisiciones directas y compras a través de la iniciativa privada. Hoy resguarda dos mil 20 piezas.

Desde 1968, el museo ha producido 215 exposiciones y 85 para itinerar por el extranjero. Se caracteriza por el programa académico centrado en educación básica con proyectos como la Sala Lúdica, la unidad móvil de la pinacoteca del museo que visita comunidades rurales, además de talleres, cuentacuentos y recorridos guiados por las salas.

“El museo inició un proyecto educativo fuerte con Graciela de la Torre como directora, ha tenido mejores y peores momentos, pero se ha distinguido por el proyecto de atender en salas especiales a los niños y darles la oportunidad de hacer un viaje por Europa sin salir de la ciudad”, describe Gaitán al recordar que hace cuatro años se hizo una intervención arquitectónica de 15 millones de pesos.

Así llega San Carlos a medio siglo con miras al futuro. Gaitán piensa dar mayor movilidad del acervo en una plataforma digital, lo que se traducirá en mejor difusión y programación tanto en redes digitales como medios tradicionales, pues reconoce que hay vecinos de la colonia que desconocen el espacio. También buscará fomentar entre los empresarios la cultura de donación de recursos para producir exposiciones con obras de acervos internacionales, pues asegura que cada vez es menor el presupuesto para el préstamo y traslado de piezas europeas. Y, sobre todo, intentará crecer el número de visitantes.