Sólo AMLO

La gran ausente del segundo debate presidencial fue sin duda, la ahora ex candidata  por la vía independiente –aunque con asegunes–, Margarita Zavala, quien optó por bajarse de la contienda la semana anterior.

Cuando uno observa la cuarteta de hombres finalistas a la Presidencia para este 2018, puede uno recordar cuántos se quedaron en el camino, aun cuando por años se convirtieron de manera publicitada por ser mencionados por la opinión pública como las cartas fuertes  y con mayores posibilidades de cada partido político.

De entre los priistas, los mayormente mencionados mes tras mes, casi desde que Peña se convirtió en jefe del Ejecutivo, fueron Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso; pese a que el primero tenía más apoyos de la base priista, muchos pensaban que Videgaray sería el ganador del dedo elector.  Hasta Eruviel Ávila, ahora ex gobernador del Estado de México, se creía con activos  a la candidatura sucesoria de Los Pinos.

Los anteriores tres aspirantes, y muchos más del Revolucionario Institucional quedaron en el camino por muy diversas circunstancias y todo recayó en José Antonio Meade, que de candidato ciudadano tuvo que reconocer a pocos días de la elección, que su corazón palpita por los intereses del PRI.

El corazón rojizo-verdoso del gobernador chiapaneco Manuel Velasco, latía por ser también la carta fuerte presidencial de Peña o incluso de su propio partido el Verde Ecologista; y el exceso de dinero público chiapaneco invertido en esa empresa personal, no tuvo fruto alguno, para subsumirse al final, al candidato Meade.

Perredistas y panistas quizá nunca imaginaron que tendrían que unirse para enfrentar una candidatura presidencial en coalición.

Del Partido de la Revolución Democrática (PRD), parecía que el candidato natural sería el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, aunque no se descartaron las aspiraciones poco serias de Silvano Aureoles gobernador de Michoacán –quien públicamente ahora apoya al candidato priista– y de Graco Ramírez, mandatario de Morelos.

Desde Acción Nacional, Margarita Zavala quien sí llegó a obtener una candidatura pero fuera de su partido, por meses se ubicó como casi la natural opción panista.  Sólo hasta que Ricardo Anaya se apoderó de la dirigencia panista, traicionando incluso a quienes hasta ahí lo llevaron, fue que Zavala empezó a tener un claro competidor.

La decisión de Alejandra Barrales, Ricardo Anaya y Dante Delgado, dirigentes del PRD, PAN y Movimiento Ciudadano, respectivamente para ir en coalición por la Presidencia orillaron a Margarita Zavala a buscar otro camino fuera de su partido en donde militó por más de tres décadas.

El único sobreviviente hasta ahora de todos los llamados presidenciales antes del 2016 –cuando el PAN con la dirigencia de Anaya ganó siete de 12 gubernaturas estatales que le arrancón sobre todo a los priistas–, es el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador.

En el camino al 2018, quedaron muchos suspirantes; unos con grandes posibilidades pero que el destino revestido de ambiciones, arreglos y hasta bofetones metafóricos, los bajó de la boleta electoral.

Para muchos mexicanos, no es Margarita Zavala la gran ausente en el camino a Palacio Nacional; hay quienes apostaron sus cartas por otros actores políticos a quien esta vez al final, les tocó jugar sólo el puesto de apoyadores.

Así el juego político.

Acta Divina… “Votaría por Anaya si el PAN lo elige democráticamente”: Margarita Zavala respecto a la elección del candidato panista a la contienda presidencial.

Para advertir… Decenas de aspirantes a la contienda presidencial quedaron en el camino pero no han quitado el dedo del renglón, los volveremos a ver y escuchar con esa encomienda personal y de grupo.  En el momento que haya un ganador de la silla presidencial,  iniciará la carrera al 2024.  De nuevo habrá muchos suspirantes que harán el camino para disfrute de terceros.