Hasta la fecha Chris Froome había realizado un Giro de Italia muy gris, cediendo tiempo paulatinamente, pero llegado el escenario más duro de la ronda italiana, el Zoncolan, el inglés sacó sus galones de campeón para imponerse a Simon Yates en un duelo impresionante.
El líder del Sky realizó un ataque demoledor a falta de cuatro kilómetros y la maglia rosa trató de alcanzar su rueda pero acabó sucumbiendo, por escasos segundos, ante la exhibición de su compatriota.
La etapa machacó a los protagonistas con sucesivos puertos de tercera y segunda categoría hasta la temida llegada a Ovaro, donde, con permiso del Angliru, se inicia el puerto más duro de Europa, según han asegurado los más expertos en la materia. Pero antes del terrible ascenso, los ciclistas tuvieron que lidiar con escaladas cortas pero de mucha exigencia como el aperitivo en el Monte de Ragogna, con rampas del 10% al 16%, o el posterior paso por la cima del Passo Duron, con desniveles del 18%.
Un recorrido rompepiernas que acabó con la subida al Zoncolan, donde la carretera alcanza una inclinación del 22%. Al inicio del mayúsculo reto llegaron los únicos supervivientes de la escapada, Enrico Barbin y Valerio Conti, que, con un margen muy escaso, ya estaban sentenciados al paso por el segundo kilómetro del mítico monte, donde ha hecho parada el Giro en cinco ocasiones desde 2003.
Igor Antón, el único español en llegar primero a la cima italiana, en 2011, quiso rememorar aquella tarde de gloria, cuando superó a Alberto Contador, y se animó en solitario, saltando del pelotón. Un alarde de ambición que provocó un aumentó del ritmo en el gran grupo, comandado por los principales gregarios del Astana, el Sky y el Mitchelton-Scott.
La reacción del reducido pelotón acabó con la aventura del vasco del Dimension Data, pero también provocó las primeras víctimas ilustres de la general. Rohan Dennis y Fabio Aru izaron la bandera blanca cuando aún no había sonado la campana del primer round. La otra cara de la moneda la representó Froome, que encabezó la carrera cuando empezaba el peor tramo, gracias al trabajo sucio de Wout Poels.
El holandés del Sky realizó la criba final en la que Yates y Dumoulin seguían de cerca el desarrollo del británico mientras que Pozzovivo, Miguel Ángel López y Pinaut esperaban acontecimientos. Hasta la fecha Yates había sido el único en mostrar todos su poderío en la ronda italiana, con dos victorias de etapa, pero en el escenario más temido del Giro resurgió el más laureado del pelotón.
Fromme no tardó en mostrar todas sus cartas cuando a falta de poco más de cuatro kilómetros lanzó un ataque demoledor que cortó a Pinaut y Dumoulin.
El vigente campeón no saltó a rueda del británico y mantuvo el ritmo como método para paliar las diferencias. Una estrategia que acabó con una pérdida de 37 segundo sobre Yates. Al del Team Sunweb aún le queda la contrarreloj como gran baza para llegar líder.