Cristante vs. Siboldi, de la portería al banquillo

El duelo por el título la Liga MX unirá al cielo y el infierno en un campo de futbol. Detrás de la estrategia estarán dos entrenadores sudamericanos, que deleitaron las canchas mexicanas con los guantes enfundados, lances, salvadas y achiques dignos de trascender lo terrenal: Hernán Cristante y Robert Dante Siboldi.

Las ideas y rabietas que nacen en el área técnica de Toluca y Santos llevan el sello de dos retirados arqueros, que en sus tiempos de jugador desarrollaron la visión de campo única de quien observa el parado táctico y el desarrollo del juego desde un extremo del campo, bajo los tres palos. Esa experiencia llevó a los dos estrategas a comandar a sus respectivos equipos a la final del Clausura 2018.

Hernán Cristante, el más joven de los dos (48 años), llegó al futbol mexicano con los Diablos Rojos en 1993, proveniente del Gimnasia y Esgrima de su país natal. Tuvo una intermitente estancia en sus inicios con Toluca, pues fue y volvió después de ir a préstamo con el Platense, Newell’s Old Boys y Huracán, todos ellos también de Argentina.

En 1998 regresó a los ‘choriceros’ para marcar una época de oro en el club, junto a elementos como José Saturnino Cardozo, José María Morales, Vicente Sánchez, Víctor Ruíz, Rafael García, entre otros. Con los Diablos conquistó seis títulos de Liga (Veranos 1999, 2000, Aperturas 2002, 2005, 2008 y Bicentenario 2010), además de dos Campeón de Campeones (2002/03 y 2005/06) y una Copa de Campeones de la Concacaf (2003).

Se retiró en los Leones Negros de la UdeG en el 2012.

Su contraparte, Robert Dante Siboldi marcó con Atlas su mejor época, aunque los logros en el futbol mexicano llegaron cuando defendió el arco de los Tigres de la UANL. El uruguayo de 52 años volverá a una final, en su primera experiencia como técnico en el primer equipo de Santos.

En 1989, los Rojinegros lo trajeron a México al ficharlo del Gimnasia y Esgrima de Argentina, curiosamente donde también militó Cristante años después. Con los Zorros estuvo hasta 1992, cuando Cruz Azul lo contrató para estar sólo un año. Después pasó a Puebla, con quien jugó 40 partidos antes de ir con los Tigres de la UANL, equipo con el que conseguió dos títulos de Liga.

La etapa con los felinos fue de 1995 a 1999. Con ellos tocó la gloria del balompié azteca en el Invierno 1996 y el Verano 1997.

En 2003 colgó los guantes con el Gavilanes de Nuevo Laredo.

Alejados de los tres postes, Cristante y Siboldi tienen la posibilidad de volver a ser campeones, ahora como técnicos, en una final con dos antecedentes en las cuales se impuso Toluca.