Shaquem Griffin regresó. Y al público en Arlington le encantó.
Los jugadores que asisten y no son tomados en los primeros dos días del Draft de la NFL suelen regresar a casa mientras se desarrollan las actividades de la cuarta a la séptima ronda.
Griffin, que permaneció sentado durante el nombramiento de los primeros 100 seleccionados no estuvo ayer en el AT&T Stadium, sede del Draft de este año.
Luego, los Seahawks de Seattle invirtieron la selección global número 141 en este apoyador de la Universidad de Florida Central que no tiene la mano izquierda.
Esa selección de quinta ronda, anunciada en Seattle, trajo consigo la algarabía de los aficionados que estaban en la casa de los Cowboys de Dallas, lugar al que regresó el jugador defensivo.
Griffin, cuya mano izquierda fue amputada cuando niño, se ha convertido en la historia a seguir de este año y uno de los jugadores más populares de este Draft gracias a su perseverancia, personalidad deshinbida y por supuesto, su talento.
“Fue asombroso”, dijo Griffin. “El haber tenido la oportunidad de regresar, ni siquiera me cruzó por la mente que eso iba a pasar… no recuerdo a mucha gente que se haya ido y después regresado”.
Griffin fue parte importante de una campaña en la que Florida Central marchó invicto; además, deslumbró con sus resultados en el Combine de febrero pasado.
Ahora, formará parte de un equipo en el que está su hermano Shaquil, tomado por Seattle en el Draft del año pasado.