Tres meses tardará el rescate de «Los magos» de Alejandro Colunga

La iniciativa de rescate que desde hace tiempo se anunció, finalmente comenzará labores en las obras “La sala de los magos” de 1993 y “Los Magos Universales” de 1999, que actualmente presentan un grave deterioro, pero con posibilidad de ser restauradas, explicó la Dirección de Cultura Guadalajara, la cual bajo la asesoría del artista tapatío Alejandro Colunga y el despacho Clave C&R (de conservación y restauración), plantean que a mediados de junio los conjuntos escultóricos estén nuevamente en uso para la ciudadanía. Además, contarán con la participación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Susana Chávez, titular de Cultura Guadalajara, explicó que a lo largo de tres meses de trabajo las obras se intervendrán totalmente para la reposición de elementos faltantes, aplicación de pátinas y capas de protección y adecuación del basamento circular de piedra (diseñadas por el arquitecto, Gonzalo Villa Chávez) en donde se encuentran instaladas.

Previo a la intervención de los restauradores, las piezas serán sometidas a análisis con FRX, de metalografía, pruebas de solubilidad de recubrimientos y de limpieza, detalló María Elena Larios Morones, directora del proyecto, al añadir que el proceso más costoso será la reposición de las piezas.

Aunque no se tiene registro del costo que implicó en su momento la fabricación de las esculturas y el costo de instalación, se sabe que uno de los conjuntos escultóricos fue donado por el mismo Alejandro Colunga y el otro fue solventado por la iniciativa privada; sin embargo, el artista fue quien en diversas ocasiones había liderado por iniciativa y recursos propios el mantenimiento de sus piezas que nunca antes habían tenido atención por parte de las pasadas administraciones municipales.

Después de los registros fotográficos y análisis 3D para fabricar las piezas faltantes que, se presumen fueron arrancadas por el vandalismo o el mismo desgaste de uso, Alejandro Colunga será quien proponga el diseño (bocetos, moldados y moldes) similar o nuevo para que las piezas luzcan integras nuevamente, pues no existen los moldes originales ya que en desde su concepción fueron elaboradas en la técnica de bronce a la cera pérdida.

Se prevé que durante el periodo vacacional de abril comiencen las intervenciones directas sobre las piezas con el apoyo de siete restauradores, fundidores, ingenieros metalúrgicos, arquitectos y soldadores, por ejemplo, y así reparar la corrosión, abrasión y desgaste de las piezas, sus mutilaciones, grietas y orificios, así como el retiro de graffiti y rayones.

Junto a las esculturas se instalará el taller de restauración, en el que se piensa que Alejandro Colunga pueda estar presente en diversas ocasiones para supervisar el avance del proyecto, mientras que la reconstrucción de las piezas, por su proceso de modelado y vaciado, se realizarán en otro lugar para su posterior integración a la obras originales.

Buscan mayor cuidado 

Adrián Guerrero, jefe de área de Proyectos del Espacio Público de la alcaldía tapatía, explicó que uno de los principales retos tras la restauración de las piezas es concientizar al público sobre su cuidado. Y es que si bien fueron hechas para interactuar directamente y servir como áreas de descanso y atracción turística, también es vital evitar dañarlas con graffiti, rayones y u otro tipo de acciones.

“Una de las peticiones expresas del Ayuntamiento al equipo de restauración es que se consoliden de la mejor manera para fijar las piezas en el sitio, eso no evita de ninguna manera que puedan ser vandalizadas nuevamente. Parte del tema es concientizar a los ciudadanos de que cuidemos el patrimonio”, externó Guerrero al referir que al estar las obras en la explana del Instituto Cabañas -declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997- las piezas de Colunga adquieren un valor más representativo para la ciudad.