Sharon Stone, sensualidad hecha mujer

La actriz, quien ha sido considerada un símbolo sexual y quien estuvo a punto de morir en 2001 a causa de un derrame cerebral, llega hoy a los 60 años de vida

En el mundo del cine hay para destacar  películas, actores, canciones, pero  sobre todo, escenas. Buenas o malas, son ellas las que quedan en la me­moria, las que exprimen lá­grimas, arrancan carcajadas, popularizan frases, marcan épocas y afaman carreras. Prueba de ello es aquel cua­dro llamado “el cruce de pier­nas más famoso en la historia del cine”.

Se trataba de la actriz Sharon Stone interpretando a la sensual y misteriosa Cathe­rine Tramell en la cinta Bajos instintos. En la famosa es­cena, Stone era interrogada por un policía (Michael Dou­glas) que investigaba un ase­sinato y, entallada en un corto vestido blanco, hizo un sexy movimiento de piernas para cruzarlas y mostrar sus geni­tales a quienes la observaban. Sin duda, fue un papel que ta­tuó su carrera artística y por el que muchos la recuerdan.

Sharon Yvonne Stone nació el 10 de marzo de 1958 en el estado de Pensilvania, al noreste de Estados Unidos. Gracias a los personajes que ha interpretado y, por supues­to, a su belleza y personalidad, fue considerada un símbolo sexual en la década de los 90.

Inició en el modelaje pu­blicitario, pero ha forjado una extensa, diversa y exitosa carrera actoral en un sinnúmero de filmes y uno que otro pro­grama de televisión.
Sin olvidar que a los 32 años de edad posó desnuda para la revista Playboy, en su edición de julio 1990, un he­cho que acentuó en defini­tiva la sensualidad que la ha caracterizado.

Stone, quien hace unos días tuvo una aparatosa caída provocada por sus altos taco­nes al salir de un restaurante en Beverly Hills, arrancó su carrera cinematográfica con un papel modesto en la pe­lícula Stardust Memories, de Woody Allen, en 1980.

En aquella década también destacó su participación en la cuarta entrega de Loca Aca­demia de Policía y en el filme Sangre y arena, dirigido por Javier Elorrieta, y que signifi­caría su incursión en el cine en español.

Su verdadero despegue en las pistas cinematográfi­cas, dicen algunos portales hechos en su honor, fue con la cinta Total Recall, en 1990, junto al actor y político Arnold Schwarzenegger. Dos años después filmó Bajos instintos, del director Paul Verhoeven, con la que no sólo mantuvo su fama sino que le agregó bas­tantes puntos. Aunque la se­gunda parte de la cinta fue un fracaso.

Sharon Stone ha encarna­do a varias mujeres con tintes seductores, pero fue Cathe­rin Tramell la que le mereció las palmas, pues gracias a ese personaje obtuvo una nomi­nación como Mejor Actriz en los Globos de Oro de 1993, premio que al final se quedó en manos de Emma Thomp­son por la cinta Howards end.Este premio se le escapó a Stone, pero dos años más tarde lo ganó por su partici­pación en la cinta Casino, di­rigida por el afamado Martin Scorsese. También por este trabajo fue nominada al Oscar en 1996.

La Musa, El poderoso (por las que también obtuvo no­minaciones a Globos de Oro como Mejor Actriz) y Sliver fueron otras películas en las que destacó. En los últimos diez años, la actriz ha parti­cipado en papeles discretos y uno que otro programa de te­levisión, como la serie La ley y el orden.
Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en la histo­ria de Sharon Stone. Aunque ha mantenido su vida priva­da lejos de los reflectores, se sabe que se ha casado tres ve­ces, que perdió la custodia de su hijo adoptivo en años re­cientes y que en 2001 estuvo a punto de morir debido a un derrame cerebral, un episodio verdaderamente impactante para la actriz, según lo ha re­velado en diversas ocasiones.