¡Vaya! Por lo menos ya trae cascabel el gato

(Segunda parte)

Como bien lo señaló Héctor Aguilar Camín, De la Madrid ha puesto una “pica en Flandes” con su propuesta sobre la despenalización alrededor de la producción, distribución y consumo de marihuana. A mi modo de ver, el mayor mérito de tal propuesta, es dar lugar al intercambio de opiniones informadas sobre la materia. Tales como las que esta semana hemos leído, provenientes de destacados editorialistas, como Mario Vargas Llosa o Luis Rubio, quienes están de acuerdo en la necesidad de despenalizar, aunque no coincidan sus opiniones en relación al efecto que dicha despenalización traería en el abatimiento de la violencia y la inseguridad.

El tema está, afortunadamente, en el aire y creo que tenemos la obligación cívica de seguirlo ventilando; principalmente agregando elementos de juicio útiles, más relacionados con el “cómo”, que con el “qué”. Para pronunciarnos en definitiva, todos necesitamos conocer más detalles acerca de como, adoptando una adecuada regulación (como la que existe para el alcohol o para el tabaco), podremos dejar de penalizar y criminalizar lo relativo a la marihuana.

En efecto, uno de los aspectos más debatidos sobre la despenalización de la marihuana representa el problema de cómo regular y qué debe cambiar en el marco jurídico del país. Como bien lo señala Alejandro Madrazo en Los costos constitucionales de la guerra contra las drogas: una primera aproximación, la guerra contra las drogas tiene costos regulatorios importantes. Madrazo destaca que algunos de los efectos colaterales de la guerra contra las drogas son los cambios constitucionales y legales que alteran las libertades y derechos fundamentales para crear mayores controles de seguridad. De esta forma, el marco legal se ha adaptado a la política de drogas, en vez de la situación contraria.

Mexicanos Unidos contra la Delincuencia (MUCD) en la publicación Cómo regular el cannabis: una guía práctica examina los distintos modelos regulatorios para generar un mercado de cannabis. En el primer modelo, los fines recreativos están prohibidos, pero la producción y el acceso médico es legal; los pacientes tienen acceso al cannabis y se permite la investigación sobre los usos médicos. Estas reglas operan en 20 estados de Estados Unidos, Canadá, Holanda, República Checa, Israel y, de manera incipiente, México con las reformas a la Ley General de Salud en 2017. Sin embargo, la oferta médica es insuficiente para sustituir el mercado ilegal.

En el segundo modelo, la producción está prohibida, pero se eliminan las sanciones penales para la posesión de pequeñas cantidades para uso personal (1 onza). Aún existe la confiscación, las multas y otras sanciones, pero los cargos no derivan en las sanciones por narcotráfico. Este modelo persiste en 16 estados de Estados Unidos, reduce los costos del sistema judicial y hace más fácil distinguir entre consumo y adicción para el sistema de salud. Sin embargo, su efecto sobre la criminalidad y mercados ilícitos es reducido y existen ambigüedades sobre dónde se puede consumir.

El tercer modelo introduce los clubes de cannabis y las áreas de consumo como jurisdicciones especiales. Aún se prohíbe la producción y suministro, pero ya se ha despenalizado el consumo personal y los establecimientos de venta al por menor. Es necesario observar la cadena de valor de este mercado y garantizar que cada paso sea transparente y fiscalizable. Las experiencias de Holanda, Uruguay y Colorado ofrecen casos exitosos, pero también uno de los retos acerca de cómo vigilar la cadena de producción para que en efecto este mercado sustituya la criminalidad.

La meta, sin embargo, consiste en iniciar un mercado de producción legal regulada y abastecimiento para uso no médico de productores y vendedores con licencia. MUCD señala que éste sería similar a los modelos del alcohol y tabaco presentes. Colorado y Washington son los que han incursionado en este modelo de producción casero y consumo recreativo, donde la actividad comercial está restringida a cantidades específicas y existe un control tributario sobre las ventas.

MUCD plantea regular el contenido de THC y CBD de la forma en la que se regula el contenido de alcohol en el mercado de bebidas. La legalización llevaría a una mayor transparencia sobre el contenido de las sustancias THC y CBD de la marihuana; actualmente no hay forma de verificar este contenido. Junto con este elemento, una herramienta de regulación similar a la industria de cigarros son los embalajes que advierten de los riesgos del producto.

Los vendedores son otro objeto de regulación, las licencias de ventas buscan garantizar que se cumplan los requisitos de una ley sobre dónde se consumen y a quiénes se venden. Esto lleva a determinar una edad de consumo y establecer las jurisdicciones especiales. La regulación de alcohol y tabaco ya cuenta con estos elementos, así como la mercadotecnia de estas dos sustancias ya está delimitada por la ley.

Mis lectores no han sido la excepción en este debate. De inmediato se hicieron presentes para expresar su punto de vista, la mayoría, por cierto, coincidiendo. Pero aquellos que no coinciden, se muestran, ya sea, preocupados por la salud pública o escépticos respecto al resultado en cuanto al combate a la inseguridad. Creo que es conveniente que aclare cuál es mi posición al respecto.

En el caso de las adicciones, tenemos el caso del tabaco y el alcohol, las cuales pueden ser igualmente negativas, pero por lo menos hay estadísticas y recursos para la prevención o rehabilitación. Y en cuanto al tema de la delincuencia organizada, sostengo que, en tanto no se revise la estrategia de fondo, se corresponsabilice a los gobiernos locales y se alcance una mayor vigencia del estado de derecho, abatiendo la impunidad; cualquier otro esfuerzo será en vano.

Es fundamental que el análisis del tema sea integral y que el debate sea informado y serio. Es por ello que he pensado que, quizás mi mejor aportación sea la carpeta que he integrado con las aportaciones de verdaderos expertos en la materia y la cual pongo a disposición de quienes quieran entrar en serio al tema, ahora que De la Madrid le ha puesto el cascabel al gato:  http://bit.ly/2E0fsF6