Novia de Caro Quintero registra su marca para serie de TV

Diana Espinoza Aguilar, fue catalogada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como narcotraficante y lavadora de dinero de su “concubino” Rafael Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más conocidos en la historia de México.

En el año 2016 la institución norteamericana dijo que Espinoza actuaba en representación de Quintero —quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia— y dejaron entrever que sin su apoyo, Quintero, no podría operar en la clandestinidad.

Diana Espinoza resultaba un pilar para el narcotraficante según el gobierno de E.U. A la joven mujer la conoció en el año 2008 en el penal de Puente Grande, cuando ella fue encarcelada junto con su esposo, un colombiano acusado de narcotráfico. Los dos compartían una celda en el penal de máxima seguridad, ubicado en Guadalajara, Jalisco.

En 2013 Quintero fue liberado por una falla en su proceso penal; también Diana Espinoza. Ahora ella goza la libertad y desde mediados del año pasado se encuentra en trámites para tratar de registrar el nombre de su novio ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. El primer intento lo hizo en mayo del año pasado, pero el organismo le negó el registro.

Sin embargo, ella sigue insistiendo, por lo que el pasado 11 de noviembre lo registró otra vez bajo la marca “Rafael Caro Quintero”, para programas de entretenimiento por televisión, para publicaciones editoriales y revistas. El trámite se encuentra pendiente, según el Global Brand Data Base.

Quintero actualmente se encuentra prófugo y el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que logre dar con su captura.

Caro Quintero comenzó su carrera criminal a fines de la década de 1970 cuando participó en la fundación del Cártel de Guadalajara y amasó una fortuna ilícita. Fue condenado en México por su participación en el asesinato de Enrique Camarena, un agente encubierto de la DEA.

En ese entonces recibió una sentencia de 40 años de prisión. Mientras estaba en el penal de Puente Grande, Caro Quintero mantuvo su relación con organizaciones mexicanas de narcotráfico y utilizó una red de familiares para invertir su fortuna ilícita en compañías aparentemente legítimas y proyectos inmobiliarios en Guadalajara.

El 9 de agosto de 2013, Caro Quintero fue liberado de una prisión mexicana con 12 años restantes en su sentencia, gracias a que tramitó un amparo; sin embargo, unos meses después el poder judicial ordenó nuevamente su captura. Según la DEA actualmente Caro Quintero es uno de los cabecillas del Cártel de Sinaloa, luego de la captura de Joaquín, El Chapo, Guzmán.