Los recortes en la producción de petróleo de los países que pertenecen a la OPEP y una mayor demanda a nivel mundial del crudo elevaron los precios de la mezcla mexicana a niveles no vistos desde mayo de 2015, cuando cotizaba en 59.45 dólares por barril.
Este martes, la mezcla cerró en 58.60 dólares, una baja de 1.03 por ciento respecto al viernes de la semana pasada.
Banco Base señaló en un reporte que la mejor perspectiva sobre los fundamentales de oferta y demanda de petróleo fue impulsada tras la publicación del reporte semanal de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, con información de la primera semana del 2018.
En el reporte, la EIA no sólo informó un retroceso en los inventarios de crudo estadounidense de 4.95 millones de barriles, sino que también mostró una caída en la producción petrolera de 290 mil barriles diarios.
El reporte agrega que durante la primera semana del año la producción de petróleo disminuyó debido a las condiciones climatológicas negativas que predominaron en Estados Unidos, causando que pozos petroleros en Texas y Dakota del Norte se congelaran.
Jaime Reusche, analista soberano para México de Moody’s, consideró que la mejora en el precio de la mezcla mexicana es un gran apoyo para Pemex, tanto para tener mayores márgenes, como para atraer a más inversionistas en las rondas de licitaciones petroleras.
“Indirectamente también afecta a Pemex en el sentido de que genera mayor interés de inversionistas extranjeros por tratar de entrar dentro del marco de la reforma energética y se va a dar mucho más interés en todas estas rondas de concesión de campos petroleros y aguas profundas”, dijo Reusche en entrevista.
Con el alza de la mezcla mexicana, las finanzas públicas del país se benefician, debido a que se reciben mayores ingresos y se da una mayor solidez a las finanzas públicas, destacó el experto.
“Brinda una mayor solidez a las finanzas públicas, que ya de por sí eran muy positivas”, agregó.
Sin embargo, los afectados con este incremento son los consumidores, ya que con la liberalización del precio de las gasolinas, el alza en el precio del petróleo se reflejará en el de los combustibles, lo que a su vez impactará la inflación, ya que los costos de producción suben.
“A quien no beneficia tanto es al consumidor, ahora que hemos tenido un cambio en la forma en que se fija el precio de la gasolina, ésta también va a responder ante el mayor precio del petróleo”, alertó Reusche.
Para Rubén Cruz, socio líder de Energía y Recursos naturales de KPMG en México, la escalada en el precio es buena para el país, pues permite tomar ventaja de los costos bajos de producción.
En cuanto al incremento en el precio de los energéticos, como consecuencia directa del incremento del crudo, dijo que es natural.
“Impacta sin duda a toda la cadena de valor, porque para todo se requiere energía, pero el gas tiene que salir de algún yacimiento, así como el crudo con el que se producen los energéticos”, comentó Cruz.
Breve avance
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, señaló que, tomando en cuenta el precio de la mezcla mexicana hasta el 12 de enero, el cual fue de 59.21 dólares por barril y suponiendo que durante el 2018 se exporte la misma cantidad de petróleo que en el 2017, se espera que el valor de ventas de las exportaciones petroleras de México aumente a 22 mil 80 millones de dólares, respecto a los 17 mil 65 millones de dólares exportados hasta noviembre del 2017, de acuerdo con información de Pemex.
Para saber
Causas. Los recortes en la producción de crudo de los países de la OPEP y una mayor demanda elevaron los precios.
Consecuencias. El alza en el petróleo presionará a una gasolina más cara con el riesgo de mayor inflación.