La ruta de las camelias ha estallado en flor

La camelia, esa hermosa flor que reina  en los jardines de Galicia y que los  llena de color, luz y vida, hila una ruta por Pontevedra que recorre las Rias Baixas, desde Vilagarcía de Arousa a Vigo, por algunos de los jardines más espectaculares, donde apreciar el arte de la jardinería, conocer las más de 8.000 variedades que se cultivan en Galicia y, sobre todo, la belleza de esta flor elegida por Chanel como emblema de elegancia.

¿Cómo seguir la ruta?Comenzamos en el valle del río Ulla, donde el pazo de Oca, en el municipio de La Estrada, es el estandarte de los pazos gallegos. Lo forman un palacio del siglo XV levantado sobre los restos de una antigua construcción militar que hoy pertenece a la casa ducal de Medinaceli, una espléndida capilla, una muralla y unos jardines singulares señoreados por un elemento que lo domina todo, el agua, y los divide en dos hermosos estanques unidos por un puente de granito. Hortensias, magnolias, secuoyas rojas, arces blancos, tilos o setos de boj acompañan el paseo, pero, sobre todo, camelias.

De allí al Pazo de Rubianes, en Vilagarcía de Arousa, un auténtico mundo vegetal en el que conviven cerca de cien especies diferentes de flores junto a la camelia, la más representativa. Además de jardín, también tiene zonas de huerto, bosques, viñedos y montes de alcornoque por los que pasear. Y también una tienda donde comprar, antes de seguir camino, los jabones que las Hermanas Clarisas elaboran con el aceite que se extrae de las semillas de la camelia, o alguna de las piezas de diseño de la artesana Julia García inspiradas en esta flor.

La siguiente parada es en el pazo de Ribadumia, en pleno valle del Salnés. Utilizado como escenario de rodaje de películas y series de televisión, es el pazo de una pequeña y cuidada propiedad vitivinícola, Quinteiro da Cruz, donde se elabora un cotizado vino albariño. Siete hectáreas donde toman asiento la casa solariega, la bodega, dos hórreos, palomar, capilla, fuentes ornamentales y un jardín de gran interés botánico repleto de camelias, en el que crecen más de 1000 variedades, junto a otras especies exóticas, que le ha hecho merecedor en varias ocasiones de la Camelia de Oro.

Continuamos hasta A Saleta de Meis, más una casa de labranza que un pazo, donde su entorno anima a pasar en él un agradable día de picnic entre sus más de 200 variedades de camelia; A 25 minutos en coche, el pazo de Lourizán, en Agrovello, levantado en el siglo XV, ha sido reconvertido en centro de investigación forestal. En torno a un edificio modernista, el jardín no puede ser más romántico, con una buena colección de fuentes históricas -la de la concha; la de los tornos; la gruta de los espejos, adornada de vidrios de colores…- y ejemplares de cedros del Líbano, castaños japoneses y chinos, olmos holandeses, palmeras reinas, magnolias y, por supuesto, las camelias, que habitan en Lourizán desde hace más de un siglo.

El cuidado jardín del castillo medieval de Soutomaior, también conocido como el de Pedro Madruga, es un espacio para relajarse. Tiene castaños que superan los 800 años de edad, hasta 27 especies de coníferas y unos curiosos helechos arborescentes en las proximidades del estanque. Pero es la abundancia de camelias lo que más llama la atención en el que está considerado el jardín botánico más importante de Galicia.

En dos escenarios de Vigo concluye la ruta de la camelia, uno es el Pazo de O Castro, un parque municipal situado en un alto de la ciudad desde el que se contempla una bella panorámica del puerto y de la ría y que, además de una senda botánica, guarda una importante colección de camelias repartidas por el jardín, la mayor parte de origen portugués. El otro, es el el Pazo-Museo Quiñones de León o de Castrelos, una antigua fortaleza que hoy abre sus puertas como museo de arte regional. Sus camelias también llegaron del país vecino e ir descubriéndolas mientras se pasea por este verdadero pulmón verde de la ciudad la guinda perfecta al recorrido que sigue los pasos a la flor insignia de Galicia.