México necesita nuevas fórmulas

Es cierto que la gran mayoría de los mexicanos queremos nuevas recetas en muchos de los ámbitos nacionales que provean sobre todo seguridad y condiciones  de desarrollo, pero por lo que se anota, no todos se arriesgarán a nuevos caminos, o nuevas fórmulas que inhiban la receta de décadas de más de lo mismo.

Priístas y panistas como parte del Ejecutivo federal, han puesto en práctica la receta capitalista de que para los ricos su negocio es la pobreza y sobre todo la ignorancia –y en los últimos sexenios, jóvenes embrutecidos por el alcohol y las drogas.

El primer paso para iniciar con el cambio, es razonar nuestro voto y porqué sí es necesario ejercerlo como ciudadano mexicano.  No basta una cara bonita, un traje caro, una o un consorte que hable maravillas de su par, ni “niños bonitos”, ni esposas que canten o que llenen  el carrito del supermercado de productos como pocos mexicanos podemos hacerlo.  No. Se requiere ver detrás de una propuesta la fuerza real del cambio, porque más de lo mismo, no podemos heredarlo a generaciones futuras, es un delito social.

En segunda instancia se debe entender que el sistema de partidos nos da la posibilidad de dar un balance entre el Ejecutivo y el Legislativo al momento de aprobar o no una reforma en pro del capital económico o bien de la gran mayoría de los mexicanos.

Como tercer paso, debemos sentirnos parte toral de cualquier jornada electoral, porque es la mayoría de los votos los que deben contar, más allá de maquinarias partidistas y la cantidad de recursos legales o ilegales con los que una fuerza política cuente.

Si queremos a los corruptos y ladrones en las cárceles y que los recursos se destinen a las necesidades nacionales, tendremos que hacer valer nuestra voz en las urnas.  No basta con quejarnos, hay que actuar.

Basta de la doble moral, de quejarnos un día y otro también, y permitir que en México todo siga igual.

Hay que trabajar por el futuro de los que demandan educación, servicios de salud, empleo, salarios decorosos, capacidad de emprender, de compra, cultura, ocio y más.

La ruta de México tiene que ser distinta.  Los millones de pobres no ven salida más que en el asistencialismo y al resto de la ya muy mermada clase media, la come en el terreno económico la retribución de impuestos, cada vez más impagable, los precios inalcanzables y los salarios micro.

No se puede hacer lo mismo y creer que las cosas van a ser diferentes, ni en lo individual, ni para toda la sociedad que nos rodea.

 

Acta Divina… Anaya: juntos lucharemos por el cambio que el país merece… López Obrador: Esperanza para un verdadero cambio en México… Meade busca tres cambios en materia de seguridad…

 

Para advertir… Hay mucho más que analizar para decidir nuestro voto.