El escándalo de corrupción de Odebrecht, la constructora brasileña implicada en una red de sobornos a cambio de obras, salpicó a la región de América Latina hasta llegar a los máximos cargos del poder, como en Perú y Ecuador. Mientras en México no se registran avances.
Mientras en Perú y Ecuador las investigaciones alcanzan a altos funcionarios, en México parece que el caso está congelado.
Este caso emblemático es el árbol que esconde el bosque, estima Gaspard Estrada, director del Observatorio sobre América Latina de la universidad Sciences Po de París: «Los fenómenos de corrupción están arraigados en la región y persisten».
«Eso tendrá un impacto en el próximo ciclo político», advierte FionaMackie, directora para América Latina de The Economist Intelligence Unit. Agrega que el caso Odebrecht «está realmente sacudiendo la escena política».
«Las elecciones en Brasil, Colombia y México estarán dominadas por la ira de los votantes contra la política tradicional y una exigencia de cambio, por lo que serán difíciles de predecir, dando paso a sorpresas negativas», advierte el grupo Eurasia en un reporte reciente.
Como en otros países de Latinoamérica el caso Odebrecht ha provocado una profunda crisis en Perú que ha salpicado a todos los presidentes y líderes políticos importantes desde el año 2000.
La constructora Odebrecht admitió en 2016 que pagó sobornos por 29 millones de dólares en Perú entre 2005 y 2014, durante los mandatos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.
Sobre el ex presidente Toledo pesa una orden de captura internacional, Alan García (2006-2011) está bajo investigación por soborno y Ollanta Humala (2011-2016) está en prisión provisional por 18 meses.
Además, cuatro ejecutivos y ex ejecutivos de grandes constructoras peruanas que fueron socias de Odebrecht, también recibieron la orden de prisión preventiva.
El actual mandatario, Pedro Pablo Kuczynski se salvó hace una semana de ser destituido por el Congreso por haber mentido sobre sus lazos con Odebrecht, pero tuvo que acudir a declarar ante los fiscales en la investigación sobre el escándalo de la empresa brasileña, al igual que la líder opositora Keiko Fujimori.
En Ecuador cae el vicepresidente
En septiembre, un antiguo ejecutivo de Odebrecht convertido en delator reveló que la firma brasileña pagó 32.1 millones de dólares a funcionarios públicos ecuatorianos a cambio de cinco obras de infraestructura y que a través de un intermediario entregó dinero destinado al vicepresidente Jorge Glas.
Tras esto, las acciones de la justicia ecuatoriana se enfocaron en Glas y el 13 de diciembre pasado dictaron condena de seis años de prisión por el escándalo.
Ahora está en marcha un juicio político que podría terminar en la destitución del vicepresidente y deberá tener un desenlace durante las próximas semanas.
Sin avances en México
En México, el caso Obedrecht tomó fuerza el 13 de agosto cuando se reveló el primer nombre de los implicados en la investigación: Emilio Lozoya. El ex director de Pemex habría recibió sobornos de más de 10 millones de dólares, según un reporte de Quinto Elemento Lab.
Posteriormente, en noviembre, un informe de la Auditoría Superior de la Federación, señaló pagos irregulares de Pemex a la constructora brasileña por un monto de 436 millones de pesos para las obras de la refinería en Tula, Hidalgo.
No obstante, la Procuraduría General de la República parece haber «congelado» la investigación del caso Obedrecht, tal como lo denunciaron legisladores y miembros de la sociedad civil.
Aunque recientemente, el nuevo titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), Héctor Marcos Díaz-Santana Castaños aseguró que no sepultará el caso de corrupción de la empresa Odebrecht.