El asesinato con fuerte tufo a ejecución del aspirante panista a la alcaldía de Tampamolón Corona, en nuestra zona huasteca, podría enrarecer innecesariamente el clima de las incipientes campañas electorales por vivirse en nuestra entidad.No es bueno que lo que se prevé como las elecciones más competidas del Siglo inicie en nuestra Entidad con un baño de sangre.Así que la Procuraduría General de Justicia del Estado en vías de Fiscalía General se está tardando para dar con los autores tanto materiales como intelectuales de éste crimen.Para no generar problemas en el proceso electoral que está por iniciar, sobre todo porque como dice el dicho: “Pueblo chico, infierno grande”, pues ya se oyen por allá muchos rumores de que el asesinato tuvo tintes políticos.
El Fiscal General Federico Garza Herrera debe abandonar su apatía y ser más rápido y expedito en esclarecer este crimen antes que la leyenda urbana se convierta en fallo popular.Como usted sabe el jueves pasado fue asesinado a balazos el aspirante a candidato a la presidencia municipal por el Partido Acción Nacional en Tampamolón Corona, Ángel Medina Burgaña,.Los hechos se suscitaron al el interior de su rancho hasta donde llegaron dos sujetos aparentemente interesados en comprarle su propiedad cuando, uno de ellos saco un arma de fuego le apunto a la cabeza y le disparo.Los hombres armados llegaron cerca de las 14:30 horas al rancho del occiso que se encuentra 2 kilómetros a la salida de Tampamolón con dirección a Tanquian de Escobedo, donde el político en donde tenía ubicada la gallera, ya que a eso se dedicaba.
EL PELIGRO DE LA PIROTECNIA
Nuestro mayor deseo es que usted, amable lector, reflexiones junto con nosotros sobre el uso y abuso de la pirotecnia de éste día y así, evitemos una desgracia como las muchas que por estos días se dan.Y es que, ¿Sabe usted que los niños, adolescentes e incluso adultos mayores son quienes más afectados se ven por el estallido de cuetes o cohetones decembrinos o por fiestas patronales en nuestra comunidad?Cuando usted pregunte el precio de la pirotecnia que desee obsequiar a sus chiquitines, investigue también el costo de una mano, de un ojo o de una vida porque eso es lo que pondrá en riesgo cuando los haga estallar.
Cierto, actividad de toda la vida, los adultos acabamos pensando que “a nosotros eso nunca nos va a pasar” porque no somos pentontos, sabemos quemarlos bien.Y efectivamente, los accidentes no nacen, se hacen, pero todos podemos cometer un error o estar en el sitio equivocado, en el que la tragedia es irremediable.¿Para qué exponerse? O mejor aún: ¿Para qué exponer a los seres a quienes más amamos, nuestros niños, la alegría y bendición que harán posible esta Nochebuena en nuestro hogar?¿Usted cree que la adrenalina de los explosivos justifica el riesgo? Por si lo duda, las organizaciones de apoyo a niños quemados, hablan de al menos 12 niños quemados por pirotecnia anualmente en nuestra entidad.
SECUELAS DE POR VIDA
De ellos, 80 por ciento cargaran con secuelas para el resto de sus vidas. ¿Cree que vale la pena?Y si bien la venta de pirotecnia se dice estar controlada, lo cierto es que todos podemos escuchar casi diariamente una serie de estallidos que no corresponden ni a los festejos de Nochebuena y Año Nuevo ni a la fiesta patronal de algún barrio o ranchería cercana.Es un hecho que la venta de este tipo de explosivos se da de manera permanente, con o sin autorización legal y también que quienes la comercian cuentan tanto con la complicidad y tolerancia de las autoridades como de sus vecinos y consumidores, quienes “pasan la voz” para que otros también las adquieran.No podemos negar que la elaboración y comercialización de pirotecnia es una buena fuente de ingresos para quienes la realizan, pero tampoco que son una importante fuente de ingresos, vía permisos, para las autoridades quienes deberían al mismo tiempo crear campañas de concientización entre la ciudadanía.
También necesitamos policías más preparados, proactivos, que conozcan a pie juntillas el Bando de Policía y Buen Gobierno Municipal porque de nada sirve que uno denuncie al 911 cohetones a la media noche o bailongos en la calle; piden el nombre del denunciante para dar por buena la denuncia y, la mayoría está harta de las explosiones que no lo dejan dormir, pero prefiere aguantarlas a echarse encima a los vecinos escandalosos.
POLICÍAS OMISOS
Se supone que todo lo que causa molestias a terceros es una infracción al bando de policía, pero por lo general, los elementos que responden en los teléfonos de servicio o emergencias, comentan que los cohetones “son una expresión de cultura popular” por lo que no pueden hacer nada. Ni siquiera ofrecen checar si los usuarios tienen permiso para “su fiesta tradicional”En esas circunstancias, ni al caso viene que la directora municipal de comercio exhorte a que la ciudadanía denuncie. Nadie les va a hacer caso. Primero deben capacitar a quienes responden los teléfonos de emergencia y luego, esperemos resultados.
¿No cree usted?El caso es que esta noche es Nochebueno y además de agradecerles por un año más de estar juntos en ésta lectura deseándoles una Navidad Feliz y Especial, esa en la que todos sus anhelos se cristalicen y en la que el amor, la salud, dicha y prosperidad sea en sus vidas, también queremos invitarle a no asumir riesgos innecesarios de que sea la tragedia quien se las marque de aquí en adelante. Eso, es lo que a nadie le vamos a desear y la buena noticia es que todos lo podemos evitar. ¡Feliz Navidad!