Marius de Zayas; reúnen mirada crítica

En paralelo a su obra gráfica, a Marius de Zayas (Veracruz, 1880- Connecticut, 1961) le interesaba entender la evolución de las formas de representación en el arte. Incorporar a la historia expresiones como la pintura rupestre o la fotografía. Entonces se dio a la tarea de imprimir sus ideas críticas en crónicas, ensayos y reseñas publicadas en revistas estadunidenses, principalmente, durante la primera década del siglo XX. Escritos que hoy permiten intuir el origen y desarrollo de las corrientes del arte moderno y contemporáneo.

Una treintena de estos textos se reúnen por primera vez en una misma publicación: Escritos sobre arte. Marius de Zayas, un proyecto de Ediciones MP en colaboración con Estancia FEMSA-Casa Luis Barragán. Los textos corresponden a tres revistas con sede en Nueva York: América, Camera Work y 291. Y reflejan lo que ocurría en el arte entre 1910 y 1917, periodo en que se publicaron. El libro ofrece también 60 ilustraciones, algunas creadas por De Zayas, otras relativas al arte negro y también imágenes de la revista 291.

Si bien en años anteriores se han recuperado textos sobre De Zayas y, principalmente, su trabajo como caricaturista en la prensa estadunidense, traer al presente sus ensayos sobre el arte resulta una urgencia en el sentido de que fue uno de los primeros impulsores de la modernidad estética que él veía en creadores como Pablo Picasso, Alfred Stieglitz, Marcel Duchamp, Francis Picabia y muchos otros pilares del arte de principios del siglo XX.

“No sólo fue un caricaturista original, muy agudo, arriesgado, creativo, volcado sobre la vida de la ciudad, tanto en las calles como en los teatros. Sino que a la vez estuvo preocupado por las formas de representación y la evolución de estas formas artísticas, y si algo ocupó sus reflexiones fue entender el lugar que él ocupaba en esta historia de larga duración”, apunta en entrevista Antonio Saborit, quien escribió las notas a cada texto y el ensayo introductorio del libro que se presentará hoy.

Para De Zayas era importante entender el arte en su sentido amplio porque le tocó vivir la ruptura de las vanguardias. Un momento histórico en el que los artistas se redefinían, se cuestionaban su valor, su posición en la sociedad, cómo debía ser su oficio: “Y en ese punto, en el que tenía ideas y sentimientos encontrados, es que se lanza a reflexionar sobre la manera en que las formas de representación han virado a lo largo del tiempo y en este constante movimiento, le preocupaba encontrar qué le corresponde a su propio momento”, abunda Saborit, quien en 1997 tradujo y publicó La evolución del arte moderno y en 2005 Cómo, cuándo y por qué el arte moderno llegó a Nueva York, ambos de De Zayas.

Los textos reunidos en el presente libro reflejan a un artista, crítico y teórico muy adelantado hacia el arte moderno. “Uno de los primeros en entender a la fotografía como arte, aun cuando en algunos de sus escritos menciona lo contrario y lo cuestiona. Es también, junto con muchos artistas de vanguardia, un amante del arte africano, primitivo, quien lo incorpora al acervo de herramientas que los modernos utilizaron. En sus escritos se pueden intuir muchas de las tendencias y corrientes que dominarían el panorama estético del siglo”, refiere Mauricio Marcin, quien coordinó el proyecto editorial.

Organizados en orden cronológico y por temas, los textos ofrecen discusiones igual del arte moderno en París a inicios de siglo XX a propósito de iniciativas como El salón de otoño en 1911, o sobre las vicisitudes de la fotografía que le merecen integrarla a las artes visuales, y otros más abundan sobre pintores en específico como Picasso. También hay crónicas como la que escribió sobre el Museo de Escultura Comparada y ensayos en los que reconoce y valora la obra de Rodin. Se leen también reflexiones sobre las estatuillas y máscaras africanas que tuvieron un poderoso impacto en las formas de la vanguardia.

Del compendio de textos, llama la atención los que correspondieron a la revista291 que estuvo en circulación sólo un año. Saborit asegura que se planeó desde su origen como una publicación efímera, y logró reunir a artistas y críticos que marcaron el pensamiento moderno, como Alfred Stieglitz, Agnes Ernst Meyer y Paul B. Haviland. Cada edición era sólo de cuatro páginas, y ofrecía una propuesta visual diferente cada número. En ella participaron Pablo Picasso, Francis Picabia, Guillaume Apollinaire, entre otros, y ahí el caricaturista publicó su primer poema ideográfico.

La revista se exhibió en México por primera vez en la exposición que Casa Barragán presentó en 2016. “Marius de Zayas realizó la mayor parte de su carrera fuera de México y eso lo vuelve aún más singular; empezó a trabajar en un periódico en México que se llamaba El diario que empezó a circular en octubre de 1907 y Marius en abril de 1907 ya estaba trabajando para The World, en Nueva York”.