El champurrado, una deliciosa y nutritiva bebida mexicana

 México no solo es un país donde  podemos encontrar amplios valles  y parques, como el Parque Nacional de Tulum; bellas playas, como las de la Isla de la Piedra; o grandes monumentos, como la pirámide de los Nichos. México también destaca por ser cuna de una gran gastronomía reconocida mundialmente como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco en noviembre de 2010.
En concreto, hay una bebida típica de este país que todo aquel que la prueba queda prendado de su delicioso sabor. Es un tipo de atole conocido como champurrado, cuya característica principal es que se realiza a base de chocolate y que suele acompañar a otro plato mexicano característico: los tamales.

Origen del champurradoEl atole tiene origen en los aztecas. Dicha civilización aprovechaba el maíz que cultivaba para preparar toda clase de bebidas y comidas. En concreto, el atole es una mezcla de maíz y agua que se sirve caliente y que se utilizaba como bebida sagrada en algunos rituales y ceremonias. Posteriormente, para aportarle un sabor más dulce, añadían algunas especias o condimentos.

En este caso, para preparar el champurrado los aztecas solían agregar granos de cacao, ya que por aquel entonces no conocían el azúcar. De esta manera, el champurrado se extendió por gran parte de centro América, debido a su dulce y energético sabor.

Grandes personajes de la historia han hecho publicidad de la bebida cuando la descubrieron y probaron. Es el caso de Hernán Cortés, que incluso la añadió en las Cartas de Relación que redactaba. También Francisco Hernández, médico de la corte de Felipe II dedicó un período de su vida a estudiar las ricas propiedades nutritivas que aporta esta bebida, que incluyó en su Historia Natural de Nueva España.

Receta del champurrado: ingredientes y preparaciónPara preparar el champurrado necesitaremos agua, chocolate, piloncillos (un jarabe que procede de la caña de azúcar) y el ingrediente principal, la harina de maíz. Para comenzar, pondremos a fuego lento agua y un par de piloncillos hasta que se deshagan. A continuación añadiremos una taza y media de harina de maíz disuelta en agua fría y, cuando todo ello hierva, se añaden tres barras de chocolate hasta que se disuelva.

Si no tenemos piloncillos no hay problema en emplear en su lugar azúcar moreno y también podremos añadirle un poco de leche para espesar la mezcla, si nos gusta más de este modo. Por otra parte, el champurrado suele servirse con un poco de espuma, efecto que lograremos con un molinillo o una batidora eléctrica.