¿Final de la Liga Mx… sin mexicanos?

En México visualizan a su liga como si fuera la alemana, española o inglesa. Quieren que sus equipos tengan al talento promisorio de Sudamérica y quizá, si es que hay espacio, para el local. El fútbol mexicano se queda sin mexicanos. Y cada vez se exhibe más esta situación que, en vez de alarmar, se prefiere evadir porque, aseguran, el análisis raya en la xenofobia.

“El Real Madrid alinea a uno o dos españoles”, dijo Luis Miguel Salvador, un antiguo directivo de Monterrey a la cadena Fox Sports. Su referencia era al Monterrey, un equipo que llegó a jugar con un solo mexicano en el campo, el portero Hugo González. Una comparación temeraria para un país que, como Argentina, Colombia y Brasil, debería tener una vocación de productor de nuevos talentos y no para consagrarse entre las mejores 20 ligas del mundo. La propia liga, por segundo año, ha desdeñado modificar su torneo para que un par de equipos jueguen la Copa Libertadores. Y en la única zona donde han podido ser reyes es en la Concacaf.

Monterrey terminó como líder del torneo mexicano con 37 puntos de 51 posibles. Con el ataque más letal en toda la liga y solo dos derrotas en todo el torneo. Para hacerlo, el entrenador, Antonio Mohamed, hizo de su alineación un lugar contado para los mexicanos. En promedio jugaron tres futbolistas mexicanos como titulares en sus equipos, los rayados aprovecharon cada punto de la regla para alinear a 10 futbolistas foráneos. Y le funcionó. Se enfrentará a la final a los Tigres.

Mohamed montó toda maquinaria. Echó mano de sus compatriotas José Basanta, Nico Sánchez, Leonel Vangioni, Neri Cardozo y Rogelio Funes Mori; los colombianos Dorlan Pabón, Stefan Medina y el goleador Avilés Hurtado. La médula ha sido el uruguayo Carlos Sánchez. Como armas de segunda elite tiene a los paraguayos Celso Ortiz y Jorge Benítez.

Los medios locales han intentado matizar la propuesta de Mohamed al señalar que ha debutado Jonathan González, un chico nacido en Santa Rosa, California. Sin embargo, el chico ya ha vestido la camiseta de Estados Unidos en un par de juegos, no es una opción inmediata para el seleccionado mexicano. Ha sido esperanzadora la apuesta hacia el atacante Ángel López de 20 años que ha sumado sus primeros minutos como profesional. Los casos de Marco Bueno y Arturo González son preocupantes: campeones del mundo con 17 años, ahora tienen 21 y han pasado la mayor parte de la temporada como suplentes.

Los mexicanos que se han turnado en la titularidad han sido César Montes, la perla en la defensa descubierta por Mohamed, Jesús Molina, Efraín Juárez y Luis Fuentes. Toda la legión de futbolistas aportó 40 goles y solo encajaron 14.

Los Tigres son un poco más benevolentes con los jugadores locales. El entrenador Ricardo Ferretti ha tratado de equilibrar el asunto. Mantiene a cinco jugadores mexicanos como sus confiables: Hugo Ayala, Luis Rodríguez, Jorge Torres Nilo, Jesús Dueñas y Javier Aquino. Como suplente a Jürgen Damm, el jugador más veloz del tri. En el puesto de delantero André-Pierre Gignac, Eduardo Vargas y Enner Valencia han copado los espacios. En la plantilla felina se contabilizan a 13 jugadores foráneos, algunos como el francés Kolodziejczak que solo ha jugado 90 durante todo el torneo o el colombiano Larry Vásquez con 26 minutos en su registro.

Los Tigres, con esa amalgama de creatividad del exterior, han marcado una época. Desde 2011 han ganado tres títulos de liga en cinco finales que han disputado. Uno de sus próximos máximos goleadores será el galo Gignac.

En la categoría sub 20, Monterrey y Tigres quedaron lejos de clasificarse con los jóvenes que no tienen cabida en el primer equipo. Solo los rayados destacaron en la sub 17 al terminar terceros y luego fueron eliminados por Monarcas Morelia.

En este torneo, el Apertura 2017, estuvieron registrados 197 jugadores no nacidos en México. Monterrey y Tigres no son culpables por sumar a sus filas el mayor número de jugadores el técnico requiere, sino de la visión de la federación que privilegia el espectáculo, la premura de resultados se sobrepone al desarrollo de los futuros Rafa Márquez.

Un síntoma que se convirtió en consecuencia ha sido la escasez de atacantes mexicanos en la tabla de goleo. Desde 2011 no lo gana un mexicano, el último fue Ángel Reyna y el más reciente centro delantero en conseguirlo fue Javier ChicharitoHernández en 2010. El único que ha sido el más constante es Oribe Peralta.

“La reflexión sería tener una liga con muchos más mexicanos jugando, jugando a ese nivel compitiendo contra unos muy buenos extranjeros o locales”, dijo el entrenador de México, Juan Carlos Osorio al periodista Rubén Rodríguez hace unas semanas. El diagnóstico es claro: el torneo local no tiene prismáticos, solo unas lentillas para ver el siguiente torneo en seis meses.

La liga mexicana más allá de parecerse a la Premier League se acerca al modelo de la liga italiana. Allí hay clubes que juegan con escasos jugadores locales y, a largo plazo, merman a las futuras generaciones que nutrirán a la selección de México. Italia lo pagó al quedarse sin Copa del Mundo.

Será la primera final con un clásico regio y también la primera con menos futbolistas mexicanos.

Fuente: El País