Un gol del francés Antoine Griezmann en el minuto 88 culminó la remontada del Atlético de Madrid, que entregó la primera media hora, desbordado por la Real Sociedad, pero que reaccionó a tiempo, ambicioso y vencedor agónico, a la caza del liderato del Barcelona, ahora dos puntos más cerca: a seis. El mexicano Carlos Vela entró de cambio al 90’.
Un Atlético bipolar, desconocido hasta el minuto 29, hasta el gol que adelantó al conjunto donostiarra, anotado por Willian José de penalti, y rearmado después, con ocasiones, con intensidad y con dos tantos, los dos provocados por Saúl Ñíguez, el primero con una formidable jugada, y anotados por Filipe Luis y el citado Griezmann.
Terminado el primer tiempo, camino del necesario replanteamiento rojiblanco y de un descanso ganado y merecido por la Real, los tres puntos eran visitantes, quizá con las mismas oportunidades en una y otra portería, pero con una distancia enorme en las sensaciones: preocupantes en los locales, reconfortantes en los visitantes.Por delante, una carrera contra el cronómetro de 45 minutos y contra su propia ineficacia ofensiva, con un ejemplo más: la opción que Ángel Correa envío a las nubes a tres metros de la portería y sin más oposición que Rulli. La jugada había comenzado con un pase de Griezmann, el más lúcido de todos junto a Koke con el balón.Para Saúl no era ni de lejos un buen encuentro suyo, pero su jugada del empate fue sensacional e imponente, por calidad, por zancada y por potencia, para dejar atrás a tres oponentes.
Y, por extensión, por resultado: el 1-1 logrado hábilmente por Filipe.Aún no era suficiente para el Atlético, tampoco para la Real, que reapareció de pronto y amenazante unas cuantas veces por la otra área, mientras los locales preparaban la ofensiva final con dos nombres nuevos, Fernando Torres y Yannick Carrasco, que en un minuto conectaron mejor que muchos en todo el duelo. Rulli, entonces, se lució al testarazo de Griezmann.