Buscan superar arte local

El futuro del mercado del arte mexicano está en el extranjero, advierte Christelle Inacio, directora de la organización The Latin Art Galleries. Se refiere no sólo a Estados Unidos o Europa, sino a zonas más fértiles como Sudamérica o, incluso, Asia. Regiones donde los creadores de México tienen reconocimiento y un espacio abierto.

“Asia tiene ciertos lugares que están desarrollando colecciones importantes al nivel de Europa y están esperando ansiosos la producción mexicana”, apunta la especialista a propósito de la primera edición del coloquio El Mercado del Arte actual en México, que tendrá como tema central El arte: Una inversión.

La propuesta del encuentro con especialistas- entre artistas, académicos y empresarios- es, precisamente, abrir las fronteras de los coleccionistas nacionales, expandir el escenario local y educar su “gusto” en el sentido de comprender cómo funciona el mercado más allá de pagar precios altos.

Y si bien el escenario mexicano parece dinámico, Inacio lo describe como local. “Los mexicanos compran a los mexicanos y se quedan aquí”, señala en entrevista.  “En proporción con otros lugares, hay poco coleccionismo en México, pero creemos que el país tiene mucho potencial en cuanto a la promoción del arte, entonces proponemos educar a la gente en cómo comprar, qué se debe saber para coleccionar y cómo sacar esos acervos a otros países”.

De esto discutirán los panelistas en el coloquio, que se realizará en una sola sesión el próximo 8 de diciembre en la Universidad Centro. Participarán curadores como Michel Blancsubé, especialistas como Eduardo López Morton, subastador de la rematadora Morton; Isaura Ruiz, de la colección Axa Arte; Mauricio Maillé, director de Artes Visuales de Fundación Televisa, además de galeristas y artistas.

Las cinco mesas abordarán desde la historia del coleccionismo en México, pasando por el estado del mercado actual en términos económicos hasta temas prácticos como algunos consejos para iniciar una colección, dónde y cómo adquirir la primera pieza. En suma, los debates harán un primer acercamiento a una de las áreas más complejas de la cadena del arte.

Aunque pareciera que comprar una obra no requiere más conocimiento que su precio, Inacio corrige, e insiste en que para convertir una colección en un producto de inversión a largo plazo debe tener una línea discursiva, una coherencia entre el tipo de piezas y el perfil de artistas, y responder a intereses específicos.

Pues, al final, cualquier acervo refleja la personalidad de su dueño, y sin un argumento conceptual poco aporta al coleccionismo nacional.

“El coleccionista tiene que hacer muchas cosas antes de comprar, desde lo más sencillo que es hablar con el artista y escuchar su discurso, hasta educarse en conferencias, museos, galerías. Educar su ojo para tener un criterio. Por ejemplo, debe saber si el artista que desea adquirir trabaja con galerías y cuáles, si tiene obra en exposiciones locales o internacionales, qué medio trabaja entre otros aspectos importantes que a veces no saben ni a quién consultar”.

Según un sondeo de la propia organización The Latin Art Galleries, 97 por ciento de los coleccionistas confiesan que la primera motivación de compra es emocional, mientras el 49 por ciento están motivados por un rendimiento de la inversión. Ello responde, dice Inacio, a que se cree que el “gusto” es intrínseco cuando en realidad se trata de un bagaje cultural, de conocer el ambiente artístico del país.

Por ello en el coloquio se centrará el debate en explicar por qué el arte se considera un bien de inversión más seguro que otro. En términos prácticos, Inacio señala que, a diferencia de otros productos de inversión, la pintura, escultura o fotografía crece su valor conforme el autor se profesionaliza.

De acuerdo a la madurez de la trayectoria del artista, su trabajo va adquiriendo más valor; a diferencia de los inmuebles, por ejemplo, que pierden en caso de un accidente natural o devaluación.

“Hay muchos casos de artistas mexicanos que los coleccionistas han comprado al inicio de su carrera y ahora pasando los años ya tiene un lugar en el mercado”, dice la especialista que considera el arte joven una opción para iniciar un acervo. Para desarrollar este tema se planeó la mesa El arte como diversificación del portafolio de inversión donde se discutirá cómo las obras pueden funcionar como bonos o acciones.

Perfil local

Inacio describe al coleccionista en dos perfiles: el empresario y el joven comprador. “El más común es el del empresario que tiene un poder económico alto y que tiene un gusto, además de interés en apoyar al país con las artes y la cultura. A éste es importante orientar. Pero también hay otro importante que son los nuevos, jóvenes que tienen un buen impacto, educación y quieren formar parte de la historia del arte en el sentido de apoyar a los artistas mexicanos, son los emprendedores”.

En ambos casos suelen quedarse en un ambiente local. Compran obra de creadores mexicanos y se quedan en el país. “Lo que nos interesa es que los artistas mexicanos hagan colaboraciones con galerías internacionales, y que las propias galerías mexicanos participen más en ferias, sí las hay, pero son pocas y las de siempre, y así crecer la proyección mexicana en el extranjero”, añade.

En un intento por fracturar esta práctica, una de las mesas se titula El rol del arte contemporáneo mexicano dentro del mercado global nacional e internacional.

¿Dónde y cúando?

El coloquio El Mercado del Arte actual en México se realizará el 8 de diciembre de 10:00 a 20:00 horas en la Universidad Centro (Av Constituyentes 455). Entada libre, previo registro.