Inflación y canasta básica ‘devoran’ alza al salario mínimo: Conasami

Ante el incremento del salario mínimo de 80.04 pesos a 88.36 pesos diarios, anunciado por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), las cúpulas empresariales y de Gobierno se manifestaron satisfechas por el aumento, pero reconocen que el monto no alcanza la línea de bienestar requerida por los trabajadores.

El salario mínimo se elevó 10.4%, es decir, 8.32 pesos. Este aumento comenzará a aplicarse en todo el país a partir del 1 de diciembre.

Sin embargo, el incremento se ubica por debajo de los 95.24 pesos que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) marca como el mínimo para alcanzar la línea de bienestar.

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), por ejemplo, considera insuficiente el incremento, considerándolo “limitado y de medio camino”, e insiste en que el salario mínimo se empate con la línea de bienestar del Coneval.

Luis Ignacio Román Morales, profesor del Departamento de Economía, Administración y Mercadología del ITESO, considera que el aumento está minado por la inflación y el costo de la canasta básica, lo que da como resultado un incremento real del salario menor a tres por ciento. “Estamos hablando de cifras significativamente menores a las expectativas que se tenían, y todavía menores al costo de la canasta básica individual”.

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo que el nuevo salario mínimo, “si bien no alcanza la línea de bienestar, camina en el sentido correcto”. Agregó que espera que en los próximos meses se pueda seguir elevando el salario mínimo hasta la línea marcada por Coneval, o inclusive, superar los 100 pesos que demandan organizaciones empresariales y sindicales.

Manuel Herrera Vega, titular de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), aseguró que el sector industrial mexicano mantiene el “compromiso de incrementar los ingresos de los trabajos. Es algo en lo que hemos trabajado de manera responsable para que sea a través del incremento de la productividad, la competitividad y el abatimiento de la informalidad”.

El Presidente Enrique Peña Nieto celebró el alza y aseguró que en su Gobierno el salario mínimo se ha incrementado 20% en términos reales. No obstante, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, se manifestó en la línea de Coparmex y tuiteó que buscarán aumentar nuevamente el salario mínimo antes del 30 de abril.

Pese a aumento, salario mínimo es insuficiente

Los 88.36 pesos diarios que se fijarán como salario mínimo en México a partir del 1 de diciembre, aún no alcanzará para cubrir los gastos básicos de las personas.

De acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el costo de la canasta urbana por persona equivale a dos mil 924 pesos mensuales. Esta canasta incluye tanto los alimentos básicos como gastos indispensables no alimentarios, como transporte público, cuidados de la salud, o limpieza y cuidados de la casa.

Este es un valor superior a los dos mil 650 pesos del nuevo salario mínimo mensual, por lo que el incremento sigue quedándose corto respecto a las necesidades básicas de las familias mexicanas, y por supuesto, a los 95 pesos con 24 centavos del mínimo, que ha recomendado el mismo Coneval para cubrir la línea de bienestar.

Además de los incrementos en los precios de la canasta básica, la actual inflación de 6.37% (dato del Banco de México al mes de octubre) se están comiendo gran parte del 10.4% de incremento al salario mínimo anunciado ayer por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), señaló Luis Ignacio Román Morales, economista del ITESO.

“Lo único que se ha hecho es compensar la inflación de la canasta básica (con el aumento), nada más”, comentó el académico, quien estima el verdadero incremento del salario entre 1.4% y 3.5 por ciento.

Román manifestó que el incremento del salario mínimo debió estar en los 98 pesos diarios, para así adquirir la canasta básica. “Puede que aumenten el mínimo con respecto a la inflación esperada, pero el gran problema es que si la inflación esperada va a ser menor a la inflación real, de cualquier manera seguimos teniendo una caída en el poder de compra de los trabajadores”, dijo.