Premian en EU a politécnicos por fármacos para Parkinson y Alzheimer

Los doctores Marvin Antonio Soriano Ursúa y Eunice Dalet Farfán García, así como la estudiante de maestría Emily Leonela Castillo García, de la Escuela Superior de Medicina del IPN fueron reconocidos durante el 4th International Congress on Drug Discovery, Designing and Development, realizado en Chicago, Illinois, Estados Unidos.

Los galardonados del Instituto Politécnico Nacional obtuvieron este reconocimiento por sus investigaciones sobre el diseño de fármacos para tratar enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer.

Durante su exposición ante un foro de investigadores de más de 20 países, entre ellos Japón, China, Bélgica, India, Grecia, Canadá, Rusia y Estados Unidos, Soriano Ursúa manifestó que dichas enfermedades afectan a más de 50 millones de personas en el mundo, y según datos oficiales, es muy probable que en México la cifra rebase el millón de pacientes.

Explicó que su investigación se centra en el diseño de fármacos que actuarían en el sistema dopaminérgico para compensar la pérdida de dopamina, un neurotransmisor que se produce en el cerebro y que es esencial para controlar el movimiento.

Además de otros que servirían para identificar agentes potencialmente peligrosos que probablemente expliquen el origen y la aparición de algunos casos de la enfermedad de Parkinson.

El académico manifestó que, con su equipo de trabajo, ha encontrado nuevas moléculas atractivas de algunos compuestos a los que agregan el elemento boro para generar sobre el sistema compuestos con gran actividad que alivian el Parkinson.

De acuerdo con los resultados en modelos animales, esos compuestos actúan con más potencia y eficacia, es decir, se requiere de menos cantidad para generar un efecto mayor que los medicamentos actuales”, detalló.

A su vez, Eunice Dalet Farfán García y su alumna Emily Leonela Castillo García, presentaron una investigación mediante la cual se busca evaluar el efecto del propranolol, fármaco conocido como antihipertensivo, que se utiliza en algunas enfermedades del aparato cardiovascular, pero que tiene potencial aplicación en enfermedades neurodegenerativas.

Se trata de un compuesto que ha reportado efectos en el sistema nervioso central como inhibidor de la enzima acetilcolinesterasa, que funciona como blanco para tratar el Alzheimer, y que también puede tener efectos sobre la anhidrasa carbónica, otra enzima de interés en esta patología, por lo que podría coadyuvar en el tratamiento de la enfermedad, explicaron.

Los politécnicos comentaron que para ellos es fascinante estudiar y revelar eventos que podrían resolver incógnitas del funcionamiento y lesiones del cerebro.

“Actualmente se desconoce el origen de estas enfermedades, por lo que investigadores de todo el mundo trabajan en el desarrollo de herramientas para su prevención, tratamiento y limitación, y la Escuela Superior de Medicina del IPN no es la excepción, pues se han establecido diversos proyectos que abordan estas patologías”, indicaron.