En buen plan

Primero que nada y si tienes menos de veinticinco años, felicidades por abrir el periódico aunque haya sido por casualidad. Me caes bien. Ahora dame chance de decirte unas cosas en buen plan.

Creciendo en San Luis, me fui dando cuenta de que los jóvenes hemos perdido el interés por lo que sucede a nuestro alrededor. No alcanzamos a ver la forma en que nos afectan las decisiones de política, economía y negocios tomadas en esferas que concebimos totalmente ajenas. Pero al final del día son decisiones que muchas veces se toman en representación nuestra y eso se nos olvida, o más bien, nunca lo hemos entendido.

Justo es por eso que hoy comienzo a escribir aquí. Mi meta es captar la atención de jóvenes como yo para sembrar una idea o por lo menos para fomentar el debate. Tal vez ahora estés pensando: “¿Quién fregados es esta chava que cree que puede escribir en el periódico?”. La respuesta a eso no la tengo completamente clara ni siquiera yo. Me podría justificar diciéndote que estudio las licenciaturas en Economía y en Relaciones Internacionales en una universidad que le gusta ver mis ojeras y no dejarme dormir, o que edito una sección del periódico estudiantil, o no sé qué te pueda tranquilizar. La neta lo único que me gustaría hacer con esto es transmitir mi pasión por temas de política, cultura y economía a nivel nacional e internacional. Mi objetivo es que entiendas cómo todo eso tiene que ver contigo. Tengo muy claro que la pluralidad de ideas es característica importantísima de una democracia sana. Lo preocupante es que estas ideas se dejen de enfrentar a través del diálogo. El chiste aquí no es que creas todo lo que escriba. El chiste es que pienses por qué sí o por qué no estás de acuerdo conmigo, y ya si tienes tiempo y ganas me lo hagas saber.

A mí me gustaría que mis amigos potosinos pudieran entender la trascendencia de lo que sucede día con día en nuestra ciudad, en nuestro país y en el mundo. Creo que la clave está en demostrar a los jóvenes lectores (y chance por ahí también a algún chavorruco) que lo cotidiano no pasa desapercibido; es relevante, es trascendente y que día con día decidimos qué camino sigue el paso de San Luis.

Un día no muy lejano nos va a tocar ser quien salve o hunda nuestra ciudad. Déjenme les platico que ese día no muy lejano es hoy. Todos los días yo decido en qué tipo de persona me convierto a través de lo que elijo hacer. La clave está en darnos cuenta de esto, pues es entonces cuando asumimos nuestra responsabilidad con México. Sí da un poquito de miedo pero también esa responsabilidad es liberadora porque nos empodera. Ojalá, que como dijo el maestro Delgadillo, algún día los que vienen puedan decir “grandes fueron los viajeros que pasaron por aquí”.