Lana Lokteff, la supremacista blanca que lucha contra el feminismo en Estados Unidos

Cuidar a los hombres y a los hijos a través del matriarcado son los roles que deberían tener las mujeres que viven en una sociedad conservadora, porque el feminismo hace infelices a las mujeres modernas, que mientras más se acercan a la igualdad y equidad, menos felices son.

Al menos eso es lo que sostiene Lana Lokteff, la mujer estadounidense de ascendencia rusa que está liderando el movimiento de supremacía blanca en Estados Unidos.

Además, también forma parte de diferentes grupos de extrema derecha como el Alt-Right (Derecha Alternativa), conocido por su oposición a la inmigración y al multiculturalismo racial y social. Su aspecto físico —piel blanca, cabello rubio y ojos azules— es el «prototipo» ideal para los ultranacionalistas y supremacistas blancos estadounidenses.

«Las mujeres de extrema derecha somos las que elegimos a Donald Trump como presidente, porque representa nuestros intereses y nuestra identidad como sociedad blanca», dijo Lokteff a la BBC.

Se ha escuchado decir a Lokteff que buscan tener «países blancos para gente blanca» hasta convertirse en la mayoría y así imponer los valores tradicionales y culturales que fomenten la anti-globalización y la abolición de los valores liberales y finalmente cerrar las fronteras a los inmigrantes. Asimismo, su esposo de origen sueco, Henrik Palmgren, dirige Red Ice en Oregon, un conjunto de programas con contenido conservador.

 «Somos el equivalente en EUA de los nacionalistas europeos. Sólo buscamos recuperar nuestra identidad y nuestras raíces europeas, ¿qué hay de malo en ello?». Sus críticos en la radio dicen que se trata de un contenido racista y misógino.

El papel de la mujer, según Lokteff

Por lo general, en las manifestaciones y mítines de supremacistas se observan hombres de todas las edades con aspectos amenazantes y con evidente ignorancia, por lo que Lokteff resulta una figura poco común dentro de los grupos extremistas que buscan generar conciencia en las mujeres blancas con respecto al rol social que deben cumplir.

«Las mujeres de movimientos nacionalistas tienden a pasar desapercibidas, sin embargo si te dices nacionalista abiertamente te tachan de nazi, racista o del KKK. Yo busco erradicar ese miedo en las mujeres estadounidenses», resaltó.

Lokteff cree que muchas mujeres sólo buscan una vida plácida sin sentirse excluidas por lo que buscan no involucrarse en política ya que no resisten el hecho de que las llamen racistas. «Pero estamos allí como esposas, madres y hermanas que apoyan el movimiento».

Ante esto, es bien sabido que los grupos extremistas son machistas y misóginos como Alt-Right que se apega tanto a la supremacía blanca como a la supremacía machista. Incluso las mujeres que apoyan el movimiento son víctimas de ataques misóginos y una amenaza al poder real de los hombres.

«No debe permitirse a las mujeres involucrarse en política ya que su ansia y sed de venganza no tiene límites», dijo en 2008 el líder supremacista de Alt-Right, Richard Spencer. Por su parte, el creador del sitio web supremacista Daily Stormer, Andrew Anglin, dijo en alguna ocasión que los úteros de las mujeres blancas le pertenecen a los hombres.

Pero a pesar de todo este contexto, Lokteff tiene muy claro el papel de la mujer blanca dentro de la sociedad supremacista. Formar y proteger a la familia blanca a toda costa.

La matriarca de la extrema derecha

El periodista de la revista Harper’s, Seyward Darby, hizo un reportaje sobre las mujeres de la extrema derecha en EUA y afirmó en él que Lokteff es una “guerrera matriarcal”, algo así como una abeja reina que es capaz de matar para proteger a su familia. «El principal papel que desempeña Lokteff es luchar contra el feminismo, movimiento que ella cree no cumple con los propósitos de la mujer en la sociedad», afirma Darby.

Basadas en una ideología tradicional donde la mujer es el sustento y la protectora del hogar y de la familia, muchas mujeres conservadoras se unen al pensamiento de Lokteff. «Las mujeres modernas son muy infelices por el feminismo y la igualdad que incluso ha puesto en duda la autoridad de los hombres», dijo al referirse que ahora las mujeres tienen que buscar trabajos e iniciar carreras cuando su rol social es otro.

«Cuando llegan a sus 40 años comienzan a sentirse solas y marginadas porque no tienen una familia ni hijos, ni un hombre y hogar que cuidar y esto lo escucho todo el tiempo con decenas de mujeres que me escriben arrepentidas», afirmó.

Desde el punto de vista conservador de Lokteff, el feminismo considera la idea de formar una familia casi diabólica donde miran la maternidad y a las amas de casa como mujeres reprimidas y sin aspiraciones en la vida. «Las mujeres conservadoras sólo buscamos tres cosas: atraer a un hombre exitoso que nos cuide, formar una familia y ser bellas».