Consumo de carne de caballo en México, una práctica deshonesta y no regulada

Hace unos días un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), publicó una investigación en la revista Human Society International en donde informaban que en al menos cinco ciudades mexicanas se vendía carne de caballo en lugar de la de res.

La información causó controversia en las redes sociales, en donde la pregunta más recurrente era: ¿se puede comer la carne de caballo?

«Sí se puede comer carne de caballo, el problema con esta es que en muchas ocasiones no está regulada para el consumo humano. En el caso de la carne de vaca, de cerdo o res, hay normas que regulan desde cómo se tiene que sacrificar a estos animales, hasta cómo es el procedimiento de empaquetado y trato», indicó a Cultura Colectiva Noticias Erik Estrada, veterinario certificado por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

Es cierto que el consumo de carne de caballo en México sí está permitido por las autoridades de salud y de hecho es regulado por la Ley General de Salud. El problema con esta carne es que a pesar de ser buena como cualquier otra para el consumo humano, el procedimiento de crianza y sacrificio no siempre está bien regulado.

La UNAM asegura que existe una real preocupación respecto al consumo de carne de caballo, pues la gran mayoría de los equinos que terminan en los rastros han ingerido o son inyectados con sustancias tóxicas para los humanos como Isoxsuprine, Clembuterol, Ractopmaina, Triamcinolone Acetonide o Dexamethasone.

Dichas sustancias causan problemas sanguíneos, intestinales, gastroenteritis, complicaciones en el embarazo, intoxicación, encefalitis, entre otros.

«El problema con la venta de carne de caballo y demás animales es que no siempre está regulada por rastros certificados TIF, Tipo Inspección Federal. No toda la carne que compramos en los mercados es TIF, gran porcentaje de esta es proveniente de rastros municipales y estos no están bien regulados por una entidad federativa como Sagarpa para que revisen que lo que se vende sea buen producto para el consumo humano», mencionó a CCN Erik Estrada.

Según el estudio de la UNAM, cuando se le cuestionó a algunos vendedores el por qué vendían este tipo de carne, la mayoría aseguró que no querían vender carne de caballo, y que no estaban al tanto de que entre sus productos hubiera de ella.

«Un aliciente para llevar a cabo estas prácticas es que la carne de caballo es más barata para los productores. Un ejemplo es que aproximadamente, en vida, un caballo rondaría entre 20 a 25 pesos el kilo, cuando la carne de res cuesta aproximadamente de 40 a 45 pesos el kilo, entonces le ganan el doble con la mentira», mencionó a CCN Erik Estrada.

Entonces, a pesar de que la carne de caballo en México sí está permitida, pero al no estar muchas veces bien regulada puede hacernos daño ¿cómo podemos diferenciar una carne de res respecto a una de caballo?

«Bueno, la carne de caballo siempre ha estado entre nosotros y muy probablemente todos hemos comido un taco o dos. Existen dos diferencias entre la carne de caballo y res, el filete de equino suele ser muy rojo y no tiene grasa como la demás carne, con esos dos datos es que podemos darnos cuenta si de verdad nos están vendiendo lo que queremos», comentó a CCN Héctor Juárez, carnicero del mercado de Mixcoac, ubicado al sur de la Ciudad de México.

Es bueno conocer cómo diferenciar la carne de caballo pues algunos científicos alertan que muchas veces existe presencia de clembuterol en la carne de equino, esto apunta hacia que los animales sacrificados no fueron criados para el consumo. Este medicamento se usa en caballos que son destinados a las carreras o como animales de tiro y provoca en el ser humano diversas complicaciones a la salud.

La nutrióloga Estefanía Moreno comentó a Cultura Colectiva Noticias que una buena opción para no tener que padecer estos problemas es bajar gradualmente el consumo de carne o simplemente informarnos de lo que comemos.

«El metabolismo humano no está diseñado para el consumo de carne, pero si estás dispuesto a comerla, lo ideal sería aprender a escoger el tipo de carne que vas a consumir», indicó a CCN Estefanía Moreno, nutrióloga por el IMES de Torreón.

Si vamos a consumir carne lo ideal es que conozcamos cuáles son los procesos, desde la crianza, el sacrificio y la venta, para estar conscientes de qué es lo que metemos a nuestro cuerpo.

«Nosotros procesamos todo lo que comemos, los animales también. Las vacas, reses, cerdos o caballos deben tener una buena alimentación, deben de estar libres de hormonas, libres de químicos, todo eso para que la carne sea apta para el consumo humano», dijo a CCN la nutrióloga Estefanía Moreno.

Los expertos señalan que no es extraño que en México suceda la venta clandestina de caballo, pues el país ocupa el segundo lugar de producción de esta carne, lo preocupante es la falta de regulación, misma que le ha costado a los productores mexicanos una prohibición de sus productos en la Unión Europea desde marzo de 2015.