Al menos tres policías murieron y otros tres resultaron heridos hoy en un atentado con una bomba que explotó al paso de un vehículo de un alto cargo policial en la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán, que ha sido reivindicado por el principal grupo talibán del país.
«Fue un atentado terrorista contra el director general adjunto de Telecomunicaciones y comisario de Transporte de la Policía, Hamid Shakeel, cuando se dirigía en un vehículo desde su casa a su oficina», dijo a Efe el portavoz de la Policía de Quetta, Mohamed Akbar.
«Murió él, su conductor y otro agente», precisó la fuente.
El portavoz señaló que desconocen que tipo de bomba se usó en el ataque, que ocurrió en torno a las 10:00 de la mañana hora local (06:00 GMT), y si la bomba había sido colocada previamente en el lugar o un suicida se lanzó contra el vehículo.
Otros tres policías resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital.
El principal grupo talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), reivindicó la acción en un comunicado enviado a los medios por correo electrónico.
«Aceptamos la responsabilidad en el atentado contra el director general adjunto Hamid Shakil», indicó el portavoz del TTP, Mohamed Khurasani, en el comunicado.
Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, es una de las localidades más conflictivas de Pakistán, con la presencia de grupos armados separatistas, facciones talibanas y grupos yihadistas.
El 18 de octubre, seis personas murieron, entre ellas varios policías, y otras 22 resultaron heridas en un atentado con bomba contra un vehículo policial en esta ciudad.
En octubre de 2016, un ataque contra una academia de Policía causó la muerte de 62 cadetes y un capitán.
Pakistán lanzó una operación en las zonas tribales en junio de 2014 en la que han muerto tres mil 500 supuestos terroristas, según datos del Ejército no verificados independientemente, lo que ha ayudado a reducir la violencia de forma considerable.
En febrero de este año, el Ejército paquistaní puso en marcha un nuevo operativo antiterrorista tras una cadena de atentados y, a mediados de julio, inició una ofensiva en zonas fronterizas con Afganistán contra el Estado Islámico.
A pesar de ello, Baluchistán, una de las zonas más pobres del país, continúa sufriendo continuos ataques terroristas.