Este 5 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Concienciación sobre Tsunamis y quienes viven en zonas costeras deben tener en cuenta ciertas recomendaciones para evitar exponer sus vidas y las de sus familias.
Los tsunamis (del japonés tsu, que significa puerto, y nami, que quiere decir ola) son generados en 90 por ciento de los casos por movimientos telúricos, los cuales son muy comunes en México, sobre todo en las costas del Pacífico.
El director general del Centro Nacional de la Prevención de Desastres (Cenapred), Carlos Valdés, recordó que debido a que en esa zona costera se registraron fuertes tsunamis en 1932 y en 1985, con el riesgo permanente de ocurrencia, es primordial conocer el funcionamiento del fenómeno y la forma de prepararse, prevenir y estar seguros ante eventos de esta naturaleza.
De acuerdo con la Oficina para Reducir los Riesgos de Desastres de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del año 2000 a la fecha más de 11 millones de personas resultaron afectadas por los tsunamis en todo el mundo, con una cifra mortal de 250 mil personas.
Señaló que cada día hay más gente que vive en las líneas costeras de Asia, América Latina y Europa, y por ende, está más expuesta a los efectos de este fenómeno natural, por lo que sólo la educación y la prevención puede reducir los riesgos y salvar vidas.
La Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Segob) destacó la importancia de conocer los riesgos y las medidas de seguridad en caso de estar expuestos a fenómenos de este clase.
Detalló que los tsunamis o martemotos es una secuencia de olas que pueden alcanzar varias decenas de metros y arrasar con todo a su paso, se produce en su mayoría por fuertes sismos submarinos que ocurrren cerca de la zona costera.
Mencionó que en los últimos 280 años en México, 65 tsunamis han golpeado las costas del Pacífico, con olas de hasta 10 metros de altura, por lo que es importante mantenerse al tanto de las recomendaciones de Protección Civil en caso de vivir en una zona en riesgo.
En ese sentido, destacó la trascendencia de que quienes viven cerca de la costa o viajan a la playa conozcan la altura sobre el nivel del mar del lugar, identifiquen las rutas de evacuación hacia lugares altos, elaboren un plan familiar de salida y protejan a los niños y adultos mayores, así como a los animales, e identifiquen edificios y lugares altos que servirían de refugio temporal.
Al estar en la playa, advirtió que existen señales que podrían anunciar un tsunami, entre ellas un sismo fuerte, que el mar se aleja de la playa y deja ver el fondo marino o que el agua se torna espumosa.
En un inminente caso de tsunami, la autoridad federal resaltó la significación de conservar la calma, alejarse de la playa, ríos, arroyos, zonas pantanosas o lagunas costeras, y acudir a refugiarse en zonas altas, además de no utilizar el vehículo para evacuar y evitar los puentes sobre cuerpos de agua.
Asimismo, sugirió no detenerse a observar el fondo del mar mientras ocurre el fenómeno y en caso de estar en una embarcación se debe evitar llegar a un puerto, pues en altamar el riesgo es menor.