Dayana, niña de cinco años, salió el 6 de junio de su casa para comprar dulces. La tienda se encontraba a unos metros de su hogar en la comunidad de San Pedro, en Navolato, Sinaloa. De acuerdo con el diario Riodoce, la menor vivía con su madre Alma Delia, de 22 años, su padrastro y sus abuelos. El día del rapto, la niña no quiso ir al kínder para quedarse en casa a ver caricaturas, pero salió sin permiso a comprar golosinas.Según los relatos de los testigos, un hombre con bigote y gorra, a bordo de una camioneta Chevrolet color rojo sin placas se aproximó a Dayana y en cuestión de segundos le tapó la boca, la subió a su automóvil y se dio a la fuga. Nadie pudo detenerlo. Los dulces quedaron regados en el suelo.
Tras la denuncia de los hechos, las autoridades activaron la Alerta Amber, sin embargo, la desesperación y falta de coordinación con las policías locales provocaron que la población de Navolato saliera a las calles para bloquear la carretera a Culiacán y exigir respuestas.«Quiero que a mi hija la traigan sana y salva», gritó una y otra vez Alma Delia, mientras vecinos bloquearon la vía de comunicación federal, hasta que llegaron a un acuerdo para liberar la zona.Pasaron cuatro meses desde su secuestro hasta que la Fiscalía General de Sinaloa pudo encontrar sus restos en un paraje, localizado a cuatro kilómetros de distancias de donde fue raptada, al que dieron tras recibir una llamada anónima que denunciaba la existencia de restos óseos en el campo Mulas, pertenecientes a la sindicatura de San Pedro. Posteriormente, les realizaron los exámenes periciales y genéticos correspondientes, los cuales confirmaron que correspondían a la pequeña de cinco años. «Podemos concluir que los restos óseos sí corresponden a Dayana, de quien la Fiscalía tiene en trámite una carpeta de investigación por el delito de privación ilegal de la libertad», dijo el fiscal general, Juan José Ríos Estavillo.
Estavillo detalló que la pequeña fue privada de la vida en la misma comunidad donde la raptaron y que el presunto homicida guardó el cadáver durante varios días. «Esto nos lleva a presumir que la niña no salió de la zona de Navolato, fue asesinada en algún lugar de esa misma zona y, de los datos de prueba obtenidos durante la investigación, se presume que posteriormente parte de sus restos fueron colocados en el lugar antes descrito», declaró Estavillo. Ante este descubrimiento, la Fiscalía sinaloense inició una carpeta de investigación por el delito de feminicidio en contra de quienes o quien resulte responsable por el cruento asesinato.