Cuarteto Latinoamericano ofrece una fiesta de vida y de música

El concierto de celebración por los 35 años del Cuarteto Latinoamericano fue una fiesta de vida y de música. Un festejo con aplausos, ovaciones de pie y cuatro músicos regalando unos acordes de Las Mañanitas tras haber dejado el alma en el escenario.

El ensamble integrado por tres hermanos: los violinistas Saúl y Arón, y el chelista Álvaro Bitrán, junto con el violista Javier Montiel, iniciaron el concierto en el Palacio de Bellas Artes con el estreno mundial de «Lío de cuatro» de Gabriela Ortiz, escrita especialmente para los músicos, con la que se inició un ambiente festivo.

Después, interpretaron el Cuarteto en mi menor op.59 núm. 2 de Beethoven, una pieza que, en palabras de Arón Bitrán, es una obra de gran profundidad emocional que los remite a los inicios del Cuarteto, cuando en 1982 se aprendieron y comenzaron a tocar esta obra considerada como uno de los cuartetos importantes del compositor.

Para la segunda parte, se les unió el bandeonista César Olguín, e interpretaron tangos como «Jalousie» de Jacob Gade, «A media luz» de Edgardo Donato, «Caminito» de Juan de Dios Filiberto, «La trampera» de Aníbal Troilo y «Oblivion», «Fuga y misterio», «Milonga del ángel», «Fuga 9» y «La muerte del ángel» de Astor Piazzolla.

El ensamble representa una voz única en el ámbito internacional, ya que difunde la creación musical de América Latina en los cinco continentes. Asimismo, ha jugado un papel decisivo en la formación de músicos en México, y sus miembros han estado afiliados a distintas instituciones de educación musical de nuestro país.