Miles de tailandeses, vestidos de riguroso luto, hicieron hoy cola para dar su último adiós al fallecido monarca Bhumibol Adulyadej en la sala del trono, que a partir de esta medianoche cerrará sus puertas al público.
Desde el año pasado, al menos 10 millones de personas han rendido tributo a Bhumibol, que falleció a los 88 años el 13 de octubre de 2016, indicaron a Efe fuentes de la Oficina de la Casa Real.
La sala del trono, también llamada Dusit Maha Prasat, es una de las áreas cerradas al público en el Gran Palacio Real, uno de los monumentos más visitados en Bangkok.
El próximo día 26 tendrá lugar la incineración del monarca en una solemne ceremonia que incluirá un desfile fúnebre con carrozas y miles de soldados entre el palacio y la cercana plaza de Sanam Luang, donde se ha construido un gran monumento funerario.
Los rituales empezarán un día antes con una ceremonia religiosa budista y se extenderán hasta el 29 de octubre.
En un reflejo de la religiosidad ecléctica tailandesa, los ritos funerarios contarán también con elementos simbólicos procedentes de la tradición hindú.
La cremación permitirá poner en marcha los preparativos para celebrar la ceremonia de coronación de Vajiralongkorn, que ascendió al trono en diciembre del año pasado.
El rey Bhumibol, que estuvo siete décadas en el trono, murió tras una larga enfermedad que le mantuvo hospitalizado la mayor parte de los últimos diez años de su vida.
El difunto, que reinó con el título de Rama IX, fue hasta su muerte el único monarca que conocieron la mayoría de los tailandeses, que lo tenían como un ser casi divino, símbolo de unidad y guía de la nación.