Comida exótica en México

  • El espectro gastronómico de México es tan amplio que abarca extraños animales prehistóricos, insectos y hongos parásitos. ¿Crees que puedes comer lo que sea?

Normalmente cuando se habla de comida exótica, en el primer país que pensamos es en China, en parte por la difundida noticia de que se consume el perro como la carne de cualquier otro animal, ¿asqueroso?, entonces te sorprenderá saber que en México el xoloitzcuintle estuvo en peligro de desaparecer debido al consumo como alimento que le daban los antiguos aztecas.

Aunque eso es cosa del pasado, todavía se pueden encontrar en ciertos lugares platillos que te dejarán con la boca abierta, pero de la impresión.

Huitlacoche. También conocido como cuitlacoche o trufa mexicana, se trata del hongo parásito de la planta del maíz (¿no suena tan delicioso una vez que se define así verdad?); un platillo muy común en la zona centro del país y que sirve como guisado para quesadillas, tacos, omelettes, sopas, crepas…Su consumo se remonta a la época prehispánica, por lo que es considerado herencia culinaria de la cultura azteca. Tiene un sabor tal que incluso prestigiosos chefs de Francia y el resto de Europa lo utilizan en la alta cocina.

Quiote. Se trata del tallo de la flor de maguey el cual conlleva una elaboración un tanto complicada, debido en gran parte a su obtención pues en ocasiones llega a alcanzar alturas de hasta 10 metros. Puede prepararse al vapor, guisada en caldillo de jitomate, capeada, con queso, o a la mexicana.

Por si fuera poco, se cree que tiene propiedades medicinales en el tratamiento de problemas en las vías urinarias y los riñones.

Acociles. Como muchos de estos platos, los también llamados cangrejos de río mexicano, chacales, chacalines o langostas de río fueron muy populares en la época azteca principalmente en el centro y sur del país. Se trata de una especie de crustáceos de agua dulce presentes en lagos, presas, lagunas y pozas, y con un sabor semejante al del camarón.

Para su preparación deben cocerse o freírse hasta lograr un color rojo brillante para después servirse en cócteles, tacos, caldos de mariscos o acompañados simplemente con verduras y salsas.

Cuetlas. Larvas de mariposa que crecen por lo general en el árbol de chía. Se les conoce también como chiancuetla o tepolchichic y son originarias del estado de Puebla, Guerrero y la zona centro de Veracruz.

Durante el temporal de lluvias se recolectan y se procede a tostarlas en el comal o a hervirlas y dejarlas secar. Para su consumo se condimentan con salsa de chile pasilla y se colocan en tortillas de maíz a modo de tacos.

Chicatanas. Un sabor muy peculiar de la comida oaxaqueña es el de la chicatana u hormiga voladora, la cual conlleva un ritual muy esperado a lo largo del año por los lugareños debido a que su recolección ocurre únicamente a principios de la temporada de lluvias, momento en el que estos insectos abandonan sus hormigueros en busca de un lugar seco y cálido.

Una vez atrapadas, las chicatanas se colocan en el comal para después molerse en molcajete y condimentarse con ajo, sal y chile o simplemente acompañarse con limón y picante como botana.

Axayácatl. Se puede encontrar en las lacustres del Valle de México. Desde épocas prehispánicas se utilizaba como alimento, así como su hueva llamada Ahuautle, que también es nombrada como escamoles o caviar mexicano. A este platillo se le agregan nopales y flor de calabaza antes de freírse en manteca o en aceite. Excelente platillo lleno en proteína y que es una especialidad de Milpa Alta.

Uno de los platillos más sobresalientes y que también nos lo proporciona el maravilloso estado de Oaxaca es: la Sopa de piedra. Éste alimento fue creado por los antiguos Chinantecos etnia de Tuxtepec. Se sirve en una taza pequeña como una jícara con los ingredientes crudos: cilantro, camarones, pescado, chile, echalote y finalmente agua.

¡Sin duda un platillo que debemos probar! Pero eso no es todo, porque la magia del platillo está en que todo es cocinado con piedras calientes y para saber que esta lista la sopa es cuando las rocas se rompen. ¡Delicioso!

Moronga. No es otra cosa más que un tipo de salchicha hecha con sangre de cerdo. Se escucha feo pero sabe muy bien, claro, bien cocinada con cebolla, y consumida a modo de tacos, con mucho limoncito y picante.

Gusano de maguey. Es la larva de una mariposa que crece en el maguey, planta de la que se hace el tequila y el mezcal. Aunque no lo creas, el comerlos es caro, ya que sólo se pueden sacar de tres a cuatro gusanos por maguey, ya que su extracción ocasiona que la planta ya no pueda utilizarse para otros productos que derivan de ella. Se comen principalmente en tacos, o acompañando algún corte de carne.

Escamoles. El platillo favorito de la comida extraña en la alta cocina mexicana. Prácticamente en todos los restaurantes de lujo los venden como uno de sus platillos exclusivos y más caros.

Se tratan de huevos de hormiga, y su recolección y cultivo tiene un alto grado de dificultad, de ahí su exclusividad y altos precios.

Normalmente se cocinan a la mantequilla y se comen en tacos. Algunas personas los llaman “el caviar mexicano”.