La Perla, en el viejo San Juan, se volvió famosa en el mundo entero gracias al éxito de la canción «Despacito».
Hace unos meses atrás los pobladores la dejaron radiante y lista para ser uno más de los centros turísticos de Puerto Rico.
Los vecinos la pintaron, la remozaron y la pusieron en los mapas de los visitantes.
Incluso la Compañía de Turismo de Puerto Rico creó e impulsó unos videos promocionales con la voz de Luis Fonsi y el eslogan: “Take it despacito in Puerto Rico”.
Despacito, vamos a una playa en Puerto Rico, hasta que las olas griten ‘ay bendito’. Para que mi sello se quede contigo”, canta Fonsi en el clip.
Pero, tras el paso del huracán “María” por la isla las cosas ya no lucen iguales, la devastación es tan grande que el mismo departamento de turismo desaconseja visitarla.
El director de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, José Izquierdo, dijo este lunes que no es recomendable visitar la isla caribeña en estos momentos.
Ahora no es recomendable que los turistas vengan a Puerto Rico porque las condiciones no son las mejores.
Sabemos que tendremos que ‘reenfocar’ el mensaje para que, una vez pase esto, la gente sepa que Puerto Rico estará listo para recibirlos para la temporada alta», señaló el funcionario.
Izquierdo indicó que además actualmente no hay capacidad para recibir huéspedes en los hoteles, ya que en su práctica totalidad tienen sus habitaciones reservadas para personal federal llegado a la isla para atender la emergencia provocada por “María”.
Ahora, en todo Borinquen hay casas sin techos, casas sin puertas ni ventanas, casas inundadas, a oscuras y sin agua potable, abandonadas a la fuerza por la devastación.
La Perla, ese barrio bravo, es ahora una metáfora en pequeño del panorama de desgracias que dejó “María” a su paso.
La geografía marca el destino de La Perla y, a la vez, su desconcierto: sus límites son una muralla y el mar; un castillo y un cementerio.
A medida que los vecinos comenzaron a llegar de los refugios, trataron de remediar lo que estaba en sus manos: limpiaron las calles, levantaron postes, comenzaron a sacar escombros y agua de sus viviendas.
¿Viste la casa que levantó de cuajo, como decimos aquí, y la tiró para otro lado llegando al castillo?», dijo una vecina del lugar llamada Yolanda a la BBC.
Ella va con una cubeta a buscar agua de lluvia a un estanque improvisado.
Acabó con La Perla, pero con nosotros siempre acaba todo. Ahora estamos sin agua, voy a buscar esa de lluvia al menos para el baño», explicó la mujer al medio británico.
Daniel, el dueño de Placita La Perla, un barecito o como allá les llaman chiringuito de madera que marca la entrada al barrio, dice que su negocio se salvó, pero que el ciclón se llevó el techo de su casa.
Aquí parece que cayó una bomba», afirmó, mientras pela unas naranjas y coloca un paquete de cervezas «Medalla» en una hielera para los clientes que comienzan a llegar.
La Perla ya no es lo que era antes, ahora vienen muchos turistas y mucha gente y no pasa nada, a nosotros nos gusta que venga gente y vienes una vez y ya eres familia», aseguró por su parte Miguel, otro vecino del barrio.
Suena música, ritmos caribeños que se mezclan con el ruido del mar estrellándose contra La Perla y con el golpeteo de los martillos sobre los techos.
Es el ritmo de la reconstrucción tras el gran golpe que “María” asestó a los boricuas.