El embarazo en adolescentes es hoy en día un grave problema de salud pública, ya que se asocia a niveles elevados de mortalidad materna y presenta una alta prevalencia de abortos en condiciones inseguras.
En el país aproximadamente ocurren al año 400 mil nacimientos en adolescentes entre 10 y 19 años de edad. De estos, 11 mil suceden en menores de 14 años.
En el caso de estas adolescentes, el embarazo no es el resultado de una decisión deliberada, al contrario es consecuencia de la ausencia de poder de decisión y de circunstancias que están fuera de control de la niña y el presentarlo a temprana edad refleja el menoscabo de las facultades, la pobreza y las presiones de compañeros, pares, familias y comunidades y en muchos casos, es el resultado de la violencia y abuso sexual.
Esto amplia las brechas sociales y de género entre la población, ya que afecta el proyecto de vida de la adolescente que se embaraza y de su entorno familiar y tiene repercusiones negativas en su salud y en su desarrollo psicosocial.
Los riesgos de un embarazo a edades tempranas afecta negativamente a la salud de estas mujeres jóvenes y las de sus hijos o hijas; y están asociados con desigualdades, la pobreza y con inquietud de género, y las probabilidades de que estas adolescentes mueran debido a complicaciones durante el embarazo o el parto son dos veces mayores que las de una mujer mayor de 20 años de edad.
La Prevención del embarazo de adolescentes no es una tarea específica del sector salud, sino que compete también al sector educativo, al de desarrollo social, a las organizaciones de la sociedad civil, a la iniciativa privada y a los medios de comunicación, entre otros sectores.
En la agenda política de la Secretaría de Salud, se plantea entre una de sus prioridades, la prevención del embarazo en niñas y adolescentes, tal y como lo plantea la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) cuyas metas para el año 2030 son reducir a la mitad la tasa específica de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años y erradicar el embarazo en niñas menores de 15 años.
Este 26 de septiembre se conmemora el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, que fue instaurado por primera vez en México en 2006, con el propósito de sensibilizar a la población en general respecto a este tema que impacta la salud y el desarrollo social y económico de la población. Oficialmente la conmemoración de este día fue aprobado en la Cámara de Diputados el 8 de diciembre de 2011.