Solamente estamos a la espera de los cuerpos», fueron las únicas 8 palabras que pudo expresar Eduardo Lance Roca luego de que no existe ninguna posibilidad de que sus padres y su hermano estén con vida.
A más de 96 horas del sismo y de que por momentos el viento esparcía un aroma fétido entre las calles de Petén y Zapata, en la colonia Emperadores, el vigor que imperó los tres días anteriores por el rescate de los atrapados se desinfló antes del mediodía de este sábado.
Alrededor de las 6:00 horas hallaron dos cuerpos abrazados que fueron prensados por una losa y se les trasladó al Semefo de la colonia Niños Héroes.
Tras dicho hallazgo, el ánimo se apagó como un cerillo en el agua y aunque los trabajos de búsqueda no se interrumpieron, sí dieron un giro de 180 grados; rescatistas y voluntarios sabían que la esperanza de vida se esfumó.
El polvo que se desprendía al momento de sacar los escombros se mezcló con la bruma de dolor y resignación que envolvió a los presentes.
Y ante un ambiente de duelo, el padre Vito Cricoli ofreció una misa para dar consuelo a familiares de las víctimas, brigadistas y habitantes del edificio que quedó apilado en lo que hace 30 años se cimentó en esta esquina con el número 915.