Para Zinedine Zidane, cualquier tormenta es un vaso de agua. El técnico francés del Real Madrid siempre receta la misma medicina cuando el equipo enferma: tranquilidad, calma.
Después de perder contra el Betis en el Bernabéu, donde no conoce la victoria esta temporada en LaLiga y ya se ha dejado siete puntos (los mismos que le saca el Barça), volvió a hacerlo: “Hay que tener tranquilidad. Sé que a algunos no les gusta esa palabra cuando las cosas se ponen difíciles pero a mí sí. Tranquilidad.
La Liga es muy larga y esto lo vamos a levantar…”. Motivos para la esperanza tiene: el técnico francés ya le remontó al Barça 11 puntos en cuatro jornadas de la temporada 2015-16. Un acelerón que convirtió a Zidane en el técnico de la historia del Madrid con mejor inicio en un campeonato liguero: 17 victorias de 20, dos empates (Málaga y Betis, ambos fuera) y una derrota (ante el Atlético en el Bernabéu).
El punto de inflexión se produjo en la jornada 30, con el Madrid a 12 puntos del líder, el Barça, desde la jornada 26 (los blancos perdieron en casa ante el Atlético y el Barça venció 2-1 contra el Sevilla). En aquella jornada (20 de marzo), los blancos jugaron primero y metieron presión a los azulgrana con un triunfo contundente ante el Sevilla (4-0). Los de Luis Enrique jugaban horas más tarde en El Madrigal, campo incómodo, y empataron (2-2).
Los de Zidane recortaron sus primeros dos puntos (-10). En la siguiente jornada, 14 días más tarde debido al parón por los compromisos de las selecciones, se jugó el Clásico y los blancos golpearon la mesa en el Camp Nou. Triunfo 1-2, tres puntos menos de distancia (-7) y el Barça tocado.
En Madrid se proclamó el estado de optimismo mientras que la inseguridad se apoderó del ambiente en Barcelona. El bajón anímico del Barça se confirmó en las dos siguientes jornadas (32ª y 33ª). Perdió en San Sebastián ante la Real Sociedad (1-0) y en casa contra el Valencia (1-2) en lo que fue su peor racha liguera desde 2003, con tres choques perdidos de forma consecutiva.
Estos pinchazos fueron aprovechados por los madridistas, que arrollaron al Eibar (4-0) y al Getafe (1-5) y redujeron la ventaja inicial de 12 a sólo un punto en cuatro jornadas (de la 30 a la 33).El Madrid cabalgaba desbocado y obligó al Barça a ganarlo todo desde la jornada 34 hasta el final para acabar conquistando la Liga (los de Luis Enrique acabaron con 91 puntos y los de Chamartín con 90).
Zidane llegó a firmar una recta final de 12 triunfos consecutivos, la mejor racha de un entrenador debutante en toda la historia de la Liga igualando a Pellegrini (12) y superando a Tito Vilanova (11), Guardiola y Juande Ramos (10).
“Esto lo vamos a sacar adelante. La Liga es muy larga”, declaró el miércoles. A nadie se le escapa que es mejor arrancar bien el campeonato que con un paso inseguro y que el Barça se ha alejado a una distancia considerable (siete puntos), pero aún quedan por disputarse 33 jornadas, 99 puntos, dos Clásicos… Un mundo. Y a eso se aferra Zizou y el vestuario blanco: “Queda mucha Liga.