Maestra heroína, salvó a 45 pequeños en medio del sismo

  • Dijo que diez minutos antes del terremoto habían terminado el simulacro por los 32 años de sismo de 1985, cuando el temblor verdadero sacudió enl salón de clases

El amor por “sus niños” convirtió a la maestra de preescolar Claudia Ortiz en heroína, al armarse de valor y sacarlos del aula por una ventana, lo que ocurrió durante el terremoto de 7.1 en escala de Richter, que azoto ayer a la Ciudad de México.

Seis de estos menores quedaron en orfandad, al perder a sus papás en algunos de los edificios que se colapsaron.

El instinto materno orilló a esta educadora a reaccionar ante esta eventualidad, para rescatar y poner a salvo a sus alumnos en la escuela particular Jean Piaget, que se encuentra en la colonia del Valle.

La maestra Ortiz que tiene a su cargo a cuarenta y cinco alumnos, relató su hazaña. Dijo que diez minutos antes del terremoto habían terminado el simulacro por los 32 años de sismo de 1985, cuando el temblor de verdad sacudió su salón de clases.

La profesora platicó que tiene un grupo 45 alumnos de entre dos y tres años, quienes se alimentaban cuando se sintieron los primeros movimientos de este temblor, lo que tomó por sorpresa a los menores, que no sabían qué pasaba por lo que algunos asustados empezaron a llorar.

Claudia Ortíz, relató que intentó abrir la puerta del salón, para salir con sus pequeños, pero ésta se trabó por el movimiento telúrico, lo que le hizo gritar desde una ventana de su salón en el primer piso.

Al llamar la atención de otra maestra, decidieron sacar a los alumnos sacándolos desde esta ventana a la planta baja. Sin conocer aún la tragedia y destrucción, en medio de la que se encontraban, y aunque aún sentían en los pies el movimiento telúrico “como si no parara”, sacaron fuerzas y mientras ella sacaba a los alumnos por la ventana, abajo el maestro de educación física y otras maestras los recibían para ponerlos a salvo.

“Sé que no es la mejor manera, pero lo primero era poner a salvo a mis niños, por quienes doy la vida”, dijo la joven profesora, que aún derrama lágrimas al pensar que algunos de sus niños hubiera sufrido algún daño, pues muy cerca de ahí edificios enteros colapsaron.

La parte oscura y triste de esta historia, es la tragedia que hoy viven seis de estos alumnos que no sufrieron ningún solo rasguño, gracias a la valentía de su maestra, pero que al mismo tiempo han perdido a sus padres, quienes murieron bajo toneladas de escombros en ese trágico 19 de septiembre.

Los niños cuyos padres ya no pudieron acudir a recogerlos fueron puestos en custodia de la autoridad, toda vez que algunos tienen como única familia a parejas de avanzada edad, por lo que aún no se sabe quién se hará cargo de ellos; en tanto se encuentran en la casa albergue de transito de la Procuraduría Capitalina.