El feminicidio de Mara Castilla provocó indignación y un grave vacío irreparable para la familia Castilla Miranda de Puebla. Las reacciones en redes sociales abrieron la creciente herida de los homicidios por razones de género en México, un cáncer social que no cesa por los casos Valeria, Karen, Lesvy, Adriana, Fátima y miles de nombres que generaron un movimiento social llamado “Ni una más” – “Ni una menos”.
Pero, varios usuarios difundieron la vida personal de Mara tras encontrar sus publicaciones en su cuenta de Twitter. La polémica salió de control por un tweet en especial, ella se unió a la protesta en redes sociales con el hashtag #SiMeMatan, una campaña que se generó cuando la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México reveló información y prejuicios tras el feminicidio de Lesvy, una estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que fue presumiblemente asesinada por su novio con un teléfono público en Ciudad Universitaria (C.U.).
MAPI, como se hacía llamar en twitter Mara Castilla, publicó el pasado 5 de mayo lo siguiente. «#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza». Tras su cruento asesinato, usuarios reaccionaron a este tweet con comentarios misóginos y de odio.
El usuario “El Patrón” escribió. «Lema, si juegas con fuego te quemas».
Por su parte, @rebolledo2kx expresó «Es gracioso porque es real… Que se siente que tu profecía se haya hecho realidad? Ups, lo olvidé, estas muerta».
@EmaHbk170 describió como «irónico» lo que le ocurrió a Mara.
@Carlosz_Rg detalló que adora «los finales felices», tras el crual asesinato de una mujer, mientras que Ricardo Ibarra preguntó «¿Para qué ponerse en riesgo? ¿Por unas canciones y unas copas?».
A pesar de los comentarios incorrectos, misoginia y odio también surgió un hashtag de activismo para condenar el feminicidio: #MaraCastilla, #JusticiaParaMara y #JusticiaParaMaraCastilla.
A este activismo se unieron cerca de un millón de personas que colocaron este hashtag en primer lugar de interacciones durante este jueves y viernes. Distintas organizaciones se unieron a la condena y movilización para exigir justicia para Mara.
Tania Reneaum, directora de Amnistía Internacional México, lamentó que las mujeres en México están en contante riesgo. « No puede apelarse al comportamiento de las mujeres, dejando la responsabilidad en las víctimas. No. Estamos frente a un contexto que desprecia la vida de las mujeres, y a un Estado machista que tiene una histórica deuda pendiente, que debe revisar sus responsabilidades y su debe de diligencia respecto a la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres».
La Fiscalía general de Puebla informó que encontraron ayer el cuerpo de Mara Fernanda Castilla Miranda, además de indicar que detuvieron al presunto feminicida.
Mara tenía 19 años de edad y era estudiantes de ciencias políticas de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP). El pasado viernes asistió con varios de sus amigos al bar The Bronx en Cholula, la madrugada del sábado solicitó un transporte privado a las cinco de la mañana para llegar a su hogar, el chofer que prestó el servicio era Ricardo Alexis Díaz López, un hombre de 21 años de edad que tenía la única tarea de llevar a la joven a su hogar en un trayecto de 20 minutos, pero tardó hasta 50 minutos. Nunca llegó a casa.
Según las investigaciones, el feminicida forcejeó para llevarla a un motel ubicado en la 11 Sur y 105 Poniente de la capital poblana, ingresó a la habitación 25 a las 6:47 y salió a las 8:15 horas del sábado. Según la fiscalía, el chofer abusó sexualmente y asesinó a la joven en el hotel de paso, utilizó una sábana y una toalla para trasladar el cuerpo a un predio baldío en la carretera en Tlaxcala.
Víctor Antonio Carrancá, fiscal de Puebla, detalló que existieron inconsistencias en las declaraciones del chofer que probablemente la privó de la vida antes de abusar sexualmente y estrangularla.
Ricardo Alexis N., el conductor que presumiblemente asesinó a Mara se encuentra en prisión preventiva y pronto se hará conocer su situación jurídica.
En México, 6 de cada 10 mujeres son víctimas de algún tipo de violencia el ámbito laboral, escolar, comunitario o en el espacio familiar. La impunidad de tal violencia, incluyendo el abuso sexual y el feminicidio es generalizada, según Amnistía Internacional.