El tequila es sin duda la bebida con la que se identifica a México en el resto del mundo; sin embargo, no estuvo presente en nuestra cultura hasta después de la conquista.
Fue hasta el siglo XVI que se introdujo el proceso de destilado por los españoles.
En el mismo siglo, el Marqués de Altamira comenzó a producir el tequila en masas y también en el mismo periodo el Rey Carlos IV le dió permiso a la familia Cuervo para comercializar el tequila. Desde entonces, esta bebida forma parte de nuestras fiestas, tradiciones y fines de semana.
Te contamos cinco secretos para que conozcas más de esta bebida centenaria:
1. El tequila es un destilado de agave azul que tiene denominación de origen, por lo que a éste solo se le puede llamar «tequila» si está producido en Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Michoacán y Tamaulipas. 2. Existen dos tipos de tequila: los puros y los no puros. El tequila puro contiene un 100% de azúcares derivadas del agave, mientras que el otro tipo de destilado solo puede ser nombrado tequila si contiene un 51% de azúcares de agave.
3. Al venir de la planta del agave, el tequila es bajo en calorías, además ayuda a disminuir el apetito y disolver las grasas. Un caballito de tequila es excelente para la dieta, el problema es mezclarlo con bebidas carbonatadas o jugos.
4 . El tequila tiene diversas propiedades medicinales. Es un buen remedio para la gripe ya que actúa como un analgésico y cauterizador para la garganta.
La receta es mezclar tequila con jarabe de agave y jugo de limón fresco. También es bueno tomar un caballito de tequila si es que se tiene insomnio, pues ayuda a relajar los músculos.
5 . El nombre común para el vaso en el que tomamos tequila es “caballito”. Éste obtuvo su nombre cuando los rancheros llevaban un vaso colgado para servir el destilado que llevaban a los paseos a caballo.
Cuando les preguntaban para que era el vaso, ellos respondían “para el tequila en el caballito”.