El avión del Papa aterrizó hoy en Roma y con ello concluyó formalmente una visita apostólica que inició el miércoles 6 de septiembre y lo llevó a cuatro ciudades de Colombia.
Aproximadamente a las 12:45 hora local (11:45 GMT), la aeronave de la compañía Avianca con el pontífice y su comitiva a bordo tocó tierra en la base militar de Ciampino, al este de la capital italiana. Acompañado por una escolta se dirigió de regreso al Vaticano.
Jorge Bergoglio pone fin así a su sexto viaje a Latinoamérica, un periplo que en esta ocasión le llevó a las ciudades colombianas de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias.
En estas ciudades, el pontífice habló de la reconciliación como medio para contribuir a la paz en un país que, a pesar de haber asistido a la firma de un acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aún vive profundas divisiones políticas internas.
Al Papa se lo vio activo y sin problemas tras el golpe en la ceja y el pómulo izquierdos que se dio la víspera, durante un recorrido a bordo del papamóvil por las calles de Cartagena.
Una frenada imprevista del vehículo blanco, sobre el cual se encontraba parado mientras saludaba a la multitud, hizo perder el equilibrio al Papa quien no pudo evitar golpear con su cara al vidrio blindado ubicado frente a él.
Al llegar a la casa de Lorenza María Pérez Barrios, una voluntaria que cada día da de comer a más de 100 niños en el barrio de San Francisco, Francisco fue curado y medicado, pero no pudo esconder la inflamación.
Luego, al salir, tras el saludo a la mujer, bromeó con algunos periodistas presentes quienes le preguntaron por lo ocurrido y exclamó:
¡Me dieron una puñada!”.
En su viaje de regreso a Roma, durante el vuelo, el líder católico tuvo una larga conferencia de prensa con los periodistas que lo acompañaron.