Jorge Luis Borges; tango de infame raíz

Publican, por primera vez, las conferencias que Jorge Luis Borges (1899-1986) dedicó al tango y a la cultura urbana del arrabal argentino, donde habla desde Carlos Gardel y el compadrito —ese rufián o plebeyo criollo de la ciudad— hasta el gaucho y el poeta Evaristo Carriego, que inspiró a Borges a preparar esta serie de charlas lúdicas que dictó en octubre de 1965, a las siete de la noche, en un departamento del barrio porteño de Constitución, y ahora dan forma al libro El tango. Cuatro conferencias, que ya circula en México.

Fue en 1880 cuando nació el tango, afirma el autor argentino tras una exhaustiva investigación, un género arrabalero que estuvo lleno de compadritos, patoteros y mujeres de mala vida. Su aparición fue clandestina y surgió en las “casas malas”, es decir, aquellos prostíbulos o lupanares donde la gente se reunía con sus amigos a jugar baraja. Esto hizo que el tango fuera rechazado por el pueblo y propició que debiera ser bailado entre hombres.

El propio Borges lo describe así: “Y esto confirma algo que yo he visto muchas veces, algo que vi a principios de siglo siendo chico, en Palermo, y que iba mucho después, por las esquinas de la calle Boedo, antes de la segunda dictadura. Es decir, he visto a parejas de hombres bailando tango, digamos al carnicero, a un carrero (proxeneta o soldado de artillería), acaso con un clavel en la oreja alguno, bailando el tango al compás del organito. Porque las mujeres del pueblo conocían la raíz infame del tango y no querían bailarlo”.

Y añade: “El tango tiene esa raíz infame que hemos visto. Y luego los niños bien, patoteros, que eran gente de armas llevar, o de puños llevar, porque fueron los primeros boxeadores del país, lo llevaron a París. Y cuando el baile fue aprobado y adecentado en esa ciudad, entonces el barrio Norte, digamos, lo impuso a la ciudad de Buenos Aires”.

Estas reflexiones nos acercan a un Borges distinto del ensayista y poeta que escribió El Aleph y El hacedor, explica en entrevista con Excélsior Fernanda Álvarez, editora del sello Penguin Random House.

“Aquí se trata de conocer un Borges mucho más cercano a la oralidad, que te permite tomarte un café con el que está escuchando. Y eso es muy entrañable en este libro, donde hay bastante humor, donde muchas veces se ríe de sí mismo, y uno va descubriendo un poquito de la infancia del autor. Porque él recuerda sus años mozos cuando vivía con su madre y, en ese mismo acto memorístico, va reconociendo un Buenos Aires que uno siente alejado”.

Así que en estas conferencias él te platica cómo vestía la gente de esa época, describe a los personajes que conformaron del tango a la milonga. Quizá es un universo que uno da por hecho. Porque uno habla de tango y lo primero que le viene a la mente es Carlos Gardel, añade Álvarez, pero en estas conferencias el escritor argentino hace una recuperación más profunda, más rica y para nada intelectualizada, donde nos cuenta anécdotas de los compadritos con lo que se juntó algunas veces.

Sin embargo, desde el inicio del libro, Borges reconoce que él preferiría llamar esas conferencias de otra manera: “Yo hablé de conferencias, pero realmente hay una palabra, no solamente más simpática, pero que yo querría que fuera más justa, la palabra ‘charla’. Y así, me gustaría mucho que ustedes complementaran, rectificaran, contradijeran lo que yo dijera. Porque yo no sólo aspiro a enseñar algo, sino aspiro a aprender también”.

UN GENIO LÚDICO

La recuperación de estas joyas, que permanecieron medio siglo en el silencio, estuvo a cargo de Roberto Montes —editor de Borges en Argentina—, explica Álvarez. “Él es quien tiene relación con María Kodama (viuda del escritor argentino) y con quien habló sobre estas conferencias que hasta ahora circulan en formato de libro.

“Así que ésta es una importante recuperación de piezas orales, una recuperación que derivó en un encuentro prodigioso para acercarnos a esa faceta poco conocida del autor, un encuentro prodigioso que nos muestra que el tango fue para él un símbolo de la felicidad”, apunta.

El volumen integra las conferencias Los orígenes del tangoDe compadritos y guaposEvolución y expansión y El alma argentina, en donde Borges muestra su voz más lúdica. “Porque en la poesía, la parte del juego es más intelectual y cerebral y, por eso, a veces, hay a quien le gusta más o menos; en lo personal me gusta mucho este Borges cercano que quizá no está en sus cuentos o ensayos. Así que, estas conferencias nos brindan la posibilidad de imaginar a un Borges próximo, casi como si lo tuvieras enfrente y te platicara sus ideas sobre el tango”.

A final de cuentas, este volumen no sólo nos muestra lo equivocada que es la idea arraigada de que el tango proviene de la melancolía, para aproximarnos a su idea del tango como algo muy feliz, también nos siembra numerosos datos e ideas para que los lectores podamos realizar nuestra propia investigación, dice la editora mexicana.

En esencia, Borges nos asegura que el tango no nació como un baile de salón o para gente muy elegante, sino que esta expresión nació en lugares donde las mujeres no asistían. Pero lo más curioso es cómo en un momento dado, los patoteros llevaron el tango a París para que fuera adecentado y posteriormente llevado a la sociedad argentina, añade.

“Además, el autor nos dice que en el tango se jugaba la valentía, por lo que cuando alguien sacaba el cuchillo… había que actuar en consecuencia y eso no siempre era algo legal, sino que tenía algunos motivos bastante oscuros en esos espacios sórdidos que eran casas de citas”.

¿Qué destacar sobre estas conferencias?, se le inquiere a la editora. “Que pocas veces un escritor tan intelectual se refiere a un tema tan popular. Recuerdo que cuando se presentó el libro en comité surgió la duda del título y que a lo mejor al lector no le interesaría… Pero en este libro hay mucho más que el tango, es una faceta que bordea entre lo popular y lo intelectual”.

¿Qué otras publicaciones tienen en puerta? “En el sello Debolsillo retomaremos la publicación de sus ensayos y de la poesía completa en el sello Lumen, y aún tenemos pendiente la publicación de un libro biográfico sobre  el propio Borges, que incluirá cartas y otros textos, detrás del cual está su viuda, María Kodama”, concluye.