¡Azuquítar! Palabras de diabético

Suena exagerado decir que México es un país de diabé ticos, pero, si no se toman medidas, para allá vamos.       El Instituto Nacional de Salud Pública consigna que desde el año 2000 la diabetes (no diabetis, como dicen por ahí) es la principal causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres. Entre éstos, las enfermedades cardiacas son causa principal, pero hay una relación directa entre esta enfermedad y los males cardiovasculares.Los mexicanos tenemos genes propensos a la diabetes, a lo que sumamos una alimentación rica en azúcares y carbohidratos y pésimas costumbres de vida.Estas condiciones hacen que se extienda el mal y, con ello, el manejo de un lenguaje especial, tanto si somos víctimas de la enfermedad, como si tenemos amigos o familiares que la padecen.Cada vez es más frecuente oír hablar de glucosa, insulina, hiperglucemia, hipoglucemia…Veamos los significados de algunas de esas palabras.La primera, la glucosa, es el azúcar en la sangre. No el azúcar como la ponemos en el café, sino con la transformación que experimentan el dulce y los carbohidratos en nuestra sangre.La palabra fue creada en el siglo XIX por un químico francés llamado Jean-Baptiste Dumas, a partir de una palabra griega que significa “vino dulce”. El sufijo “osa” se aplica a palabras relacionadas con  los azúcares, como fructuosa, lactosa y sacarosa.Para establecer si se tienen niveles normales de este compuesto hay que realizar una medición en laboratorio o mediante un aparato llamado glucómetro (del griego metrón, medida). Para eso se usan tiras reactivas (o sea que reaccionan, en este caso, a la presencia de glucosa). La medida normal en ayuno (sin haber comido por un lapso determinado) es de 90 a 130 miligramos por decilitro.Otra medición de rimbombante denominación es la “postprandial” o “posprandial” (el Diccionario de la lengua española admite las dos formas). La palabra significa “después de la comida”. Se toma dos horas después de comer y su valor máximo para  un diabético es de 140 mg/dl.Al nivel de glucosa se le llama “glucemia” . Si es alto, se tiene “hiperglucemia” (con el prefijo “hiper”, mayor, superior, por encima de lo normal) y si es bajo es “hipoglucemia” (de “hipo”, por debajo de). Los resultados de 70 mg/dl o por debajo muestran esta condición. Es una situación peligrosa, por lo que se debe administrar algún tipo de azúcar al paciente, como jugo, refresco o un caramelo. El riesgo de  pérdida de la conciencia es alto.El problema de los diabéticos es que su cuerpo no produce la suficiente insulina para metabolizar (asimilar adecuadamente) la glucosa.La insulina es la hormona que produce el páncreas en unos corpúsculos de llamativo apellido: “de Langerhans”, por el científico que los descubrió.Hay varios tipos de diabetes. Las más frecuentes son la 1 y la 2. La primera es conocida como juvenil o insulinodependiente. En este caso, las células que forman los antedichos corpúsculos no producen la insulina.A la tipo 2 se le consideraba como diabetes de la edad adulta, pero hoy en día se presenta en personas cada vez más jóvenes, sobre todo a causa de la epidemia de sobrepeso y obesidad prevalente en el país. En ésta, el páncreas sí produce la hormona, pero el cuerpo presenta una resistencia a su acción y con el tiempo disminuye la cantidad elaborada por el órgano.Hay un tercer tipo, la llamada “gestacional”, que ocurre durante el embarazo y suele ser pasajera.En cada uno de los tipos, la atención médica y la disciplina con alimentación y medicamentos son muy importantes.De hecho, si hay un diagnóstico oportuno, con la pura dieta se evitan feas complicaciones.Entre éstas están las amputaciones por “pie diabético”  que es una infección con ulceración, es decir con destrucción de los tejidos profundos a causa de  problemas vasculares (de venas y arterias) y alteraciones neurológicas (de los nervios). Si la situación se complica, aparece gangrena y no hay otra solución más que cortar.La “retinopatía diabética” es el daño en los vasos sanguíneos de los ojos que alimentan la retina, que es como la pantalla en la que se proyectan las imágenes. La lesión que se presenta puede causar ceguera.Entre las consecuencias graves del mal está el daño renal o nefropatía. El riñón es como un filtro que  limpia la sangre. Elimina las toxinas a través de la orina. Tiene otra funciones, como la producción de hormonas para regular la presión sanguínea y la producción de glóbulos rojos. Su falla es grave y requiere tratamiento complicado.En realidad, la diabetes mellitus daña todo el organismo si no se controla. Por cierto, el nombre de la enfermedad viene del griego que significa “lo que va através”, “lo que no se retiene”. Se refiere a la orina. Sabemos que la “poliuria” o exceso de orina es uno de los síntomas del padecimiento. Lo “mellitus” es por la miel, es decir por lo dulce de la orina (Sí, por su sabor. En la antigüedad el método de diagnóstico era oler y probar la orina).La enfermedad es crónica, quiere decir que no tiene cura, por más que los paladines de la medicina “alternativa” traten de convencernos de que hay remedios “naturales”.Como el pez, el diabético por la boca muere… si no se cuida.Lo que funciona es llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio.La dieta del diabético requiere del manejo de porciones adecuadas de vegetales, frutas y  carnes.El sitio MedlinePlus recomienda que la dieta considere:“Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar.“Comer porciones pequeñas a lo largo del día (4 o 5 veces).“Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume.“Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales“Comer menos grasas“Limitar el consumo del alcohol“Usar menos sal.Lo conveniente es  diseñar la dieta con ayuda de un nutriólogo.El consejo que puedo dar a mis lectores es que si padecen obesidad o sobrepeso, si tienen familiares diabéticos o simplemente por control, háganse un examen de glucosa. En muchas farmacias lo practican por unos cuantos pesos.O acérquese a las instituciones de salud. Tanto el  IMSS como el ISSSTE y el Seguro Popular tienen programas para el control de la afección.Lo mejor, por supuesto, es prevenir. Mantenga su peso, lleve una buena dieta y haga ejercicio. Eso lo librará de todo mal.
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Regaños.
En la semana que concluye  se efectuó en China la Cumbre del grupo BRICS.
Las siglas corresponden a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Son iniciales, insisto.
Pues bien, en la  agencia Xinhua escriben: “Modi elogia una ‘muy exitosa’ Cumbre de los BRICS en China”.
El Financiero publica “Lo que le ganamos a EU, los BRICS nos lo ‘quitan’”.
Y el sitio ruso Sputnik: “El Banco de los BRICS asigna $800 millones para tres proyectos ecológicos de China”
¿Se dan cuenta? Los redactores toman la “s” de Sudáfrica como plural.
Lo adecuado es “el grupo BRICS” o si queremos ahorrar una palabra “el BRICS”.
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El Arca de Arena pidió la palabra para un objeto que fue “en su origen, un instrumento de caza y en la actualidad tiene uso deportivo. Es anagrama del subjuntivo para la tercera persona del plural de la acción de agobiar o de llenar de bruma. También de bailar y de encaminar. Va y regresa.”
Le retornaron respuesta Francisco Báez, Luz María Rodríguez y Luis Demetrio Flores.
Del lector Karlo Heppner recibió el siguiente comentario a propósito de las abreviaturas: “Es más fácil y rápido escribir et que &”.
La palabra es “búmeran” o “bumerán”. De ambas formas aparece en el DLE.
Los anagramas son abrumen, rumbean y enrumba.
El Arca, encarrerada con los términos médicos, pide ahora el que se usa para describir la excesiva producción de líquido por glándulas de la piel. Es algo que provoca incomodidades al saludar. Para evitarlo, los practicantes de la halterofilia se ponen magnesia.