Hace menos de un par de años, los Broncos alzaban por tercera ocasión en su historia un trofeo Vince Lombardi, al ganar el Super Bowl 50.De la mano de su defensa, Denver se hizo protagonista en la NFL, inclusive, gracias a ella ganaron su más reciente título, pero en 2016 resintieron el retiro de una leyenda como Peyton Manning y los problemas de salud que derivaron en la salida de Gary Kubiak como entrenador en jefe.
Y aunque su defensiva se mantuvo como una de las mejores de la Liga, en 2016 el ataque careció de identidad y profundidad, por lo que se perdieron los Playoffs por primera vez en la era de John Elway como gerente general del equipo.
Ahora, Vance Joseph toma el cargo que dejó vacante Kubiak. Joseph es un entrenador orientado a la defensiva y quizá tenga que hacer algunos ajustes en dicha unidad con la salida de Wade Phillips como coordinador, pero el núcleo de jugadores defensivos de los Broncos se mantiene, con Von Miller comandando al equipo e infundiendo terror en los contrarios.
A ello se suma la eficaz defensiva secundaria, denominada a sí misma como la “No Fly Zone”, en la que Aqib Talib y Chris Harris Jr. figuran como una de las mejores duplas de esquineros de toda la Liga.El ataque seguirá siendo la interrogante en torno a este equipo.
A inicios de semana, Trevor Siemian fue nombrado el mariscal de campo titular del equipo por segunda temporada consecutiva.Siemian no cometió muchos errores en su primer año como pasador de tiempo completo, sin embargo, la eficacia de la ofensiva en la zona roja y para sostener series fue frustrante, al ubicar al ataque de los Broncos entre los peores cinco de la Liga en dichos departamentos.
Para este año se esperan mejoras sustanciales, con el progreso de Siemian como jugador y con el apoyo de un nuevo cuerpo de entrenadores ofensivos, comandados por Mike McCoy, que regresa como coordinador después de cuatro temporadas con los Chargers.McCoy sentó las bases de la ofensiva de los Broncos en 2013, esa que fue la número uno de la Liga.
En 2017, la defensiva mantendrá con vida a los Broncos quizá hasta las últimas instancias, pero en una División tan peleada, donde las otras tres ofensivas rivales son de lo mejor en toda la NFL, a la de Denver no le quedará más que tratar de ponerse a la par para que no se pierdan la oportunidad de estar en postemporada por segundo año consecutivo.