Última llamada para los Cuervos de Baltimore

Los Ravens de Baltimore no se pueden dar el lujo de quedar fuera de la postemporada por tercer año consecutivo y en cuatro de los últimos cinco.

Es más, desde su victoria en el Super Bowl XLVII, Baltimore está dos juegos abajo del .500 de porcentaje en su balance de ganados y perdidos en temporada regular y quizá una de las causas de ese desempeño recae en lo que ha hecho Joe Flacco desde entonces.

Siendo uno de los jugadores mejor pagados de la Liga, Flacco estuvo muy lejos de desquitar su salario en 2016; lo cierto es que no contaba con mucho apoyo, pues a excepción de Steve Smith, ahora retirado, no hubo algún otro receptor que destacara.

El juego terrestre tampoco le hizo un gran favor al mariscal de campo, que vivió presionado gran parte de la temporada, pues por tierra, los Ravens se colocaron como el cuarto peor equipo de la Liga en ese departamento.

Aún así, mantuvieron viva la aspiración de llegar a los Playoffs, pero su eterno rival de División, los Steelers, los eliminaron en la última jugada de su último enfrentamiento. Si una actuación similar se da en este 2017, los cambios en Baltimore podrían ser drásticos de cara al siguiente año, especialmente en los puestos de entrenador en jefe y gerente general.

John Harbaugh llega a su décima temporada al mando del equipo y aunque en defensiva y equipos especiales los Ravens lucen fuertes, los cuestionamientos más grandes pesan sobre la ofensiva y de ello dependería el trabajo del entrenador.

También, y aunque se trate de uno de los gerentes generales más respetados de toda la Liga, Ozzie Newsome probablemente también se esté jugando el puesto, especialmente después de que en las últimas ediciones del Draft no ha dado con jugadores que generen un impacto positivo, a excepción de C.J. Mosley, la primera selección del equipo en 2014.

En la temporada baja se apostó por hacer más fuerte a la defensiva, sin voltear a ver demasiado en las necesidades de Flacco y la ofensiva, por lo que eso podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de un cuadro de los Ravens que no tiene mañana para volver a ser protagonista.