Miles de activistas y «dreamers» se manifestaron este martes en decenas de ciudades estadunidenses para urgir a Donald Trump a mantener el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), en su quinto aniversario.
Somos gente trabajadora, no le venimos a robar a nadie. Lo único que queremos es dignidad», explicó Cindy Monje, nacida en Guatemala y participante en este programa que ha protegido a 800 mil jóvenes indocumentados de la deportación.
Ella participó en una concentración frente a la Casa Blanca, en la que la lluvia era persistente, igual que sus ganas de seguir en Estados Unidos.
Monje explicó que sin el DACA, cobraría menos que el salario mínimo, que es poco más de 7 dólares la hora.
Trabajé mucho tiempo de mesera y me pagaban dos o tres dólares, vivía de propinas», agregó.
El programa, que da protección temporal a los jóvenes que llegaron al país como indocumentados siendo niños, conocidos como «soñadores» o “dreamers”, fue impulsado por el Gobierno del demócrata Barack Obama mediante una orden ejecutiva firmada en agosto de 2012.
Marchas similares tuvieron lugar en San Francisco, Phoenix, Nueva York y Chicago, con el objetivo común de exigir al presidente y a los republicanos en el Congreso que mantengan el programa y defender sus buenos resultados y la contribución económica de estos jóvenes.
Con la victoria del republicano Donald Trump en las presidenciales y su discurso de mano dura contra la inmigración ilegal, los «dreamers» vieron cómo volvía a complicarse su futuro.
Pese a que el magnate prometió tratar el tema del DACA «con corazón» y reconoció que es uno de los problemas más difíciles que enfrenta, lo cierto es que los sectores más conservadores del partido republicano han puesto fecha límite para que el mandatario tome una decisión.
Monje, estudiante de políticas públicas en el Montgomery College de Maryland, criticó a los republicanos por atacar a los inmigrantes y urgió a Trump a no cancelar DACA porque funciona.
Durante el mandato del demócrata, los republicanos criticaron de manera reiterada el programa al tildarlo de amnistía inconstitucional por no haber contado con el aval del Congreso.
La «dreamer» comentó así la advertencia del fiscal general de Texas, Ken Paxton, quien envió una carta hace unas semanas al fiscal general, Jeff Sessions, en la que aseguraba que demandaría al Gobierno federal si no elimina el programa antes del 5 de septiembre.
DACA fue una medida unilateral tomada en 2012 por Obama ante la falta de acción del Congreso para ponerse de acuerdo sobre una reforma migratoria integral que pudiera solucionar el estatus de los más de 11 millones de personas en situación irregular que se estima viven en el país.
Por ello, la victoria de los republicanos en la Casa Blanca y, sobre todo, el control que ejercen ahora con mayoría en las dos cámaras del Congreso, complica la situación para estos jóvenes, muchos de los cuales apenas conocen sus países de origen, y que podría devolverlos al limbo legal.