Seguidores y lectores de Eduardo del Río, Rius, han acudido a lo largo del día a la funeraria de Gayosso, en Sullivan, para darle el último adiós a su «maestro».
El cuerpo del dibujante y cartonista fallecido la madrugada de este martes a los 83 años de edad, a causa de cáncer, será velado hasta hoy a las 19.30 horas. Será cremado y sus cenizas estarán mañana en el homenaje que se le rendirá en el Museo del Estanquillo, a partir de las 15:00 horas.
Después, sus cenizas serán llevadas a su casa, a Tepoztlán, Morelos, dijo su viuda, Micaela Flores.
Hoy ya no se vieron desfilar a personalidades, a funcionarios o a la comunidad de moneros en la sala donde sus restos son velados desde la tarde del martes.
Quienes acudieron a darle el último adiós fueron sus seguidores, sus lectores, jóvenes y adultos, gente como don Francisco Palazos, quien creció en los años 60 con las caricaturas de Rius, desde que comenzó a publicar en la revista Siempre.
«Políticamente me formé con su trabajo; conozco todos sus libros, sus revistas. Precisamente el lunes en la noche, sin saber que íbamos a amanecer la noticia de su muerte, acomodé mis revistas de Los Agachados y Los Supermachos, hasta saqué una lista para ver cuáles me faltaron, faltan algunas, pero tengo la mayoría, tengo sus libros.
A mis hijos les inculqué seguir a Rius. Ellos viven fuera del país, pero les envío toda la información siempre. Me formé con él, fue mi maestro», contó.
A la funeraria también acudieron personas como el señor Raymundo, quien se aceptó como ateo y se hizo vegetariano gracias al caricaturista mexicano. «Yo soy de provincia y en mi ciudad era un ateo con culpa, pero cuando llegué aquí y leí al maestro Rius, me hice ateo totalmente», relató este hombre, originario de Córdoba, Veracruz.
Por las influencias del autor del Manual del perfecto ateo y de El cocinero vegetariano también dejó de comer carne. «Todo eso fue para mí el maestro Rius», expresó.
En la sala decorada con figuras elaboradas en papel china, familiares y amigos más cercanos acompañan a Citlali, hija del monero, y a Micaela Flores, su viuda.