El túnel del Mont Blanc: «Nunca se había construido un túnel tan largo

  • Era un portento de la ingeniería. Un túnel de 11 kilómetros excavado bajo las montañas más altas de los Alpes para conectar Francia e Italia.

Hace 60 años, en 1957, esas naciones llegaron a un acuerdo para hacer la hazaña juntas.
Durante mucho tiempo no se había podido. La idea de construir un túnel para acortar el tiempo que tomaba circunnavegar el Mont Blanc, la montaña que se alza entre Francia e Italia, se remonta al siglo XIX, cuando muchos tenían que hacer ese camino a pie y les tomaba tres días.

Las relaciones políticas entre las dos naciones y la dificultad para conseguir fondos hicieron que pasaran años antes de que se convirtiera en un proyecto viable.

Finalmente, el 19 de julio 1965, el túnel que atravesaba la base del pico más alto de Europa occidental fue abierto al tráfico.

«Cuando vi el primer vehículo pasar me sentí feliz porque era un maravilloso final para una historia larga; una historia de casi un siglo de esperanzas, de expectativas… y también de desilusiones», le cuenta a la BBC Franco Cuaz, uno de los ingenieros que ayudó a realizar el proyecto.

«Y, por supuesto, también pensé en todos esos pobres jóvenes que perdieron la vida tratando de que todo eso fuera posible».
A la sombra del Mont Blanc

Cientos de hombres habían trabajado durante años, aguantando un calor intenso mientras excavaban en lo profundo de la tierra. Habían muerto 12, decenas habían resultado heridos por los deslaves, avalanchas e inundaciones.

«Nunca se había construido un túnel tan largo. ¡Y bajo los Alpes! No sabíamos si la construcción resistiría pero al final todo salió bien. Se me cumplió un sueño, no sólo mi sueño sino el de muchas personas. ¡Y fue un éxito!», exclama el italiano Cuaz.

Había crecido en el valle a la sombra de Mont Blanc. Hoy en día tiene 91 años y disfruta la oportunidad de rememorar.

Durante los años 60 fue consultor de la construcción del túnel y luego se convirtió en su primer jefe de operaciones. «Desde que era un niño oía a todos hablando del túnel. Era una construcción importante para nuestra región pues le dio al Valle d’Aosta la oportunidad de comunicarse con Francia durante los 12 meses del año y no sólo los cuatro de antes».

La idea de excavar la montaña, subraya, precedió a la existencia de los autos.

No sólo para los locales
Antes y después del advenimiento del automóvil, los empinados pasos de la montaña permanecían cerrados gran parte del año debido a la nieve y el hielo. Y cuando estaban abiertos, el viaje en esa parte oriental de Francia y noroccidental de Italia era extremadamente peligroso.

Con 1.200 kilómetros de la frontera de Italia infranqueables durante tantos meses, la única opción era rodear la montaña. Y a menudo, ni siquiera eso.

Había que encontrar una solución.
En 1946, cuando la paz regresó a Europa, los primeros equipos de construcción italianos empezaron a perforar su lado de los Alpes.

En 1947, acordaron con Francia construir el túnel juntos, pero no fue sino hasta 1959 que empezó el trabajo en los dos lados en serio.
Un enorme hueco

Un periodista de la BBC que fue a reportar sobre la obra dos años más tarde, en 1961, al ver el hueco explicó que aunque se veía enorme, era «como tratar de atravesar con una aguja los cimientos de granito del castillo de Edimburgo».

«Y al Mont Blanc no le está gustando nada lo que le están haciendo», continuó. «Está defendiéndose con todo lo que tiene».
Fue en ese tiempo que Franco Cuaz fue por primera vez a verlo.»Lo que más recuerdo del túnel era humo, agua y ruido», dice el ingeniero italiano. «Agua porque el 60% de Mont Blanc pasa bajo glaciares, así que torrentes de agua caían en el túnel. ¡Estamos hablando de 1.000 litros por segundo!».

«Humo por los explosivos y los motores de los camiones, así como el polvo de las perforadoras». «El ruido de los martillos, las explosiones y los camiones de diesel era ensordecedor», agrega. «Además, también había algo que no me había esperado: cuando uno está perforando rocas, sobre todo granito, altera un equilibrio que ha existido durante miles de años. Al mover los bloques, suena un fuerte ruido, como una explosión».

Accidente inusual y trágico
Con la ayuda de maquinaria perforadora y explosivos, los obreros franceses e italianos se fueron acercando lentamente, volando en pedazos el interior de la montaña y luego limpiando el camino e instalando puntales y soportes.

En un punto, tuvieron que suspender el trabajo por 5 meses pues la maquinaria quedó completamente enterrada bajo una roca que cayó.
Por suerte, nadie resultó herido.