Pasan charola a la IP para la renegociación del TLCAN

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) comenzó a pedir a cámaras y asociaciones aportaciones económicas para cubrir gastos de representación y cabildeo para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Una de las industrias que han avanzado en el tema es la maquiladora, que además está en el ojo del huracán porque ahí se genera el mayor déficit comercial de Estados Unidos con México.

El lunes pasado el gobierno de Donald Trump presentó los lineamientos que van a regir la modernización del TLCAN, y una prioridad que fijaron es la de reducir el déficit comercial de EU con sus dos socios.
Los líderes de la industria maquiladora en México pidieron a las empresas aportar para el financiamiento de asesorías, cabildeo y viajes que se realicen durante la renegociación.

En la reunión trimestral del Consejo Directivo del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index) se pidió a las empresas cooperar para la defensa del tratado trilateral.

La aportación económica considera el pago del cuarto de inteligencia (encargado de la estrategia) y el cuarto de junto (análisis técnico), ambos organizados y supervisados por el CCE, así como para los trabajos de los asesores de los maquiladores.

De acuerdo con el actual escenario, el monto que debe otorgar el sector maquilador es de 200 mil dólares entre julio y diciembre, lo que implica un pago mensual de 33 mil dólares.

“Vamos a tener que incrementar viajes por cabildeo, contratación de asesores y despachos para aterrizar propuestas”, dijo el director de Index, Juan Antonio Vázquez.

Sin embargo, reconoció que las cuotas son insuficientes para hacer frente a los gastos que generará la renegociación, por lo que se requiere que las empresas que participen en las mesas aporten recursos adicionales, unos 4 mil dólares cada una.

Difícil negociación. El ex presidente del Index Emilio Cadena explicó que se enfrentará una negociación difícil y por eso se debe estar preparados, porque hay que sustentar puntos de vista y argumentos.

“La cantidad de recursos que se requiere es muy importante; hay un despacho de representación de la cúpula empresarial en Washington para el tema del cabildeo”, expuso.

“Creo que debemos tener cuidado de que la prisa no nos lleve a hacer una mala negociación. El gobierno y la iniciativa privada estamos convencidos de que México está en una posición muy distinta a la de hace 20 años, cuando firmamos el TLCAN”, dijo.

Agregó que como iniciativa privada se debe aprovechar para poner sobre la mesa los puntos de vista de la industria manufacturera de exportación en momentos en que el tema central de la administración estadounidense es revertir el déficit que se tiene en la manufactura. Preocupa objetivo antidéficit.

Para los maquiladores, el déficit comercial es tema de preocupación porque en la maquila se origina la mayor parte de éste. “Estamos en el ojo del huracán, y con hechos hay que revertir los efectos de ese discurso”, dijo el director nacional de Comercio Exterior y Aduanas del Index, Israel Morales.

Aseguró que hay que trabajar con los corporativos de las empresas para producir datos y alimentar las estadísticas para entender cuál es la situación y problemática de cada rama, y cómo se puede defender.
Para ello se conformaron 10 mesas de trabajo que contarán con tres o cuatro participantes.

La organización de las mesas será sobre temas eléctrico, electrónico, automotriz, autopartes, equipo médico, aeroespacial, plásticos, agroindustria, textil y muebles.

“Un gran tema es la balanza comercial, un tema que detonó el discurso y la retórica negativa hacia México. Estados Unidos tiene un aparente déficit comercial con México, al cual las maquiladoras contribuyen porque se debe a la actividad de la industria”, dijo Morales.

Por ello les pidió contestar la encuesta de cómo se califica el origen de los insumos en los productos a ensamblar, porque eso será un tema de la renegociación: las reglas de origen.

Casi la mayor parte de las empresas de los tres países no quieren que se mueva el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero hay insistencia del gobierno estadounidense de que se haga, por lo que pueden hacerse cambios, aunque la administración de Donald Trump en algunas cuestiones debe negociar con la misma iniciativa privada de su país.