La maestría de Rafael Nadal se impuso a los 21 años del ruso Karen Khachanov, y el español se colocó en los octavos de final de Wimbledon al derrotarlo por 6-1, 6-4 y 7-6 (3) en dos horas y 15 minutos, para citarse con el luxemburgués Gilles Müller, su verdugo en la segunda ronda de 2005.
La pista central del All England se le da bien a Nadal. Ya lleva dos partidos seguidos sumando allí confianza (el primero lo ganó contra el australiano John Millman) y el de Manacor prosigue su marcha triunfal sin ceder un set, tras ganar su décimo Roland Garros, donde tampoco concedió uno.
Continúa Nadal sublime en ese aspecto, porque con la victoria, lleva ya diez partidos disputados (siete en París, tres en Londres) sin ceder un parcial, y elevando la suma de estos en su cosecha a 28.
Nadal solo cedió una vez su saque (en el 4-1 del segundo set) y logró romper el del discípulo de Galo Blanco, un poderoso jugador que conectó 13 directos, pero con problemas para agacharse como la hierba solicita, en tres ocasiones.
Como en el encuentro contra el estadunidense Donald Young, sus únicos problemas llegaron al término, cuando tuvo que salvar una bola de set (5-4 para el ruso) en el tercer parcial.
Antes, Müller, 16 favorito, derrotó al británico Aljaz Bedene, por 7-6 (4), 7-5 y 6-4, con 19 saques directos, 70 en el total de su cuenta, para asegurar el duelo contra Nadal fijado desde que tuvo lugar el sorteo el pasado viernes.
El luxemburgués se convirtió en 2005 en el segundo jugador en vencer a Nadal en Wimbledon. Lo hizo en la segunda ronda por 6-4, 4-6, 6-3 y 6-4, cuando el español disputaba por segunda vez el cuadro principal del All England Club, tras ser eliminado en el 2003 por el tailandés Paradorn Srichapan en la tercera.
Son buenos recuerdos», dijo Müller, aunque «luego él me ganó a mí en estas mismas pistas (7-6 (6) 7-6 (5) y 6-0) seis años después y se tomó venganza. Entonces ya era un jugador mucho más completo y supo adaptarse perfectamente a las condiciones de la pista».
Nadal está jugando un magnífico tenis esta temporada. Está fuerte, sólido y con una gran confianza. Será un gran partido, pero a la vez, difícil y complicado para ambos. Yo espero mantener mi regularidad con el servicio para poder sacarlo adelante, aunque este año la pista está algo más lenta, y me favorecía, desde luego, que estuviera súper rápida», destacó.
Müller, situado en el puesto 26 del mundo, vive el mejor momento de su carrera, y llegó a Wimbledon, listo tras ganar el título en Hertogenbosch y completar una gran temporada de hierba, con las semifinales en Queen’s.