Crimen y violencia frenos a la competitividad: Coparmex

 

  • Para retener inversiones y captar nuevos capitales que permitan financiar proyectos y crear empleos, es necesario resolver y abatir el clima de inseguridad que se refleja en altos costos para las personas, las familias y las empresas.

Ante los hechos de violencia y el incremento en delitos que se registra en todo el país, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), propuso que se pongan en marcha una serie de acciones para frenar la inseguridad y evitar que la competitividad que tiene el país se vea afectada por este fenómeno delictivo.

Jaime Chalita Zarur, presidente del sindicato patronal enfatizó que para alcanzar un verdadero bienestar y para retener inversiones y captar nuevos capitales que permitan que México financié proyectos productivos y con ello se creen empleos de mayor calidad y mejor remunerados, es necesario resolver y abatir el clima de inseguridad que se refleja en altos costos para las personas, las familias y las empresas.

Refirió que de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, mayo fue el mes más violento de los últimos 20 años al contabilizarse 2 mil 186 carpetas de investigación por homicidio doloso, ésta es la cifra más alta desde que se inició el registro, en 1997.

El empresario enumeró algunas de las acciones propuestas por Coparmex a nivel nacional, como el retomar la discusión de la Ley de Seguridad Pública que contempla el mando mixto para coordinar los diferentes cuerpos policiacos.

Además, se está solicitando una revisión a las tareas de seguridad que se concentraron en la Secretaría de Gobernación, pues de acuerdo a diversos analistas y expertos, se cometieron algunos errores de diseño

Jaime Chalita Zarur recordó que las mediciones internacionales señalan también que el costo del crimen y de la violencia son los principales frenos a la competitividad.

Finalmente dijo que también es urgente que se actualicen los códigos penales para que haya una revisión exhaustiva de la tipificación de los delitos, y sobre todo una correcta instrumentación a efecto de que criminales no vuelvan a las calles prácticamente de forma inmediata, debido a la clasificación de los delitos que se les imputan.