Con 250 invitados como testigos, con un gran número de compañeros de Barcelona presentes, llegaron al altar para comenzar una nueva etapa como marido y mujer después de 25 años de amor.
El gran día llegó, después de una historia de amor que comenzó cuando tenían solo cinco años, Lionel Messi y Antonella Roccuzzo se han dado el ‘sí, acepto.
Con dos pequeños como fruto de su relación, Leo logró llegar al altar con la niña que le robara el corazón hace más de dos décadas y lo hicieron en Rosario, la tierra que los vio nacer.
Enfundada en un hermoso vestido de Rosa Clará, con corte de sirena, escote de corazón y cubierto de encaje, la guapísima novia no podría haber lucido más radiante.
En su mano, como gran muestra de orgullo cuando el amor verdadero triunfa, el pequeño libro rojo del Registro Civil, en el que se ha hecho oficial esta unión. Por su parte, Leo, no soltó ni un segundo la mano de su ahora esposa mientras se veía por demás elegante en un traje negro de Armani con corbata plateada y la reglamentaria flor en la solapa.
Aunque la pareja decidió prohibir la entrada de los celulares para proteger la privacidad de este especial momento, decidieron salir a saludar a la prensa a la que regalaron hermosas postales con un gran beso de celebración.
450 miembros de seguridad resguardaron el lugar, pero permitieron dar un vistazo de lo que ha sido este gran día a través de la felicidad de los novios.
De forma muy juguetona. Mientras Antonella posaba para las cámaras, Messi tomó a la madre de sus hijos para darle un beso al más puro estilo de las películas de Hollywood. Si los novios hicieron una aparición, algunos invitados como Cesc Fábregas, Samuel Eto’o, Xavi Hernández y Carles Puyol, con sus guapísimas esposas, hicieron también acto de presencia en la alfombra roja para posar frente a las cámaras.
Los que no se dejaron ver a la entrada del exclusivo hotel en el que se llevó a cabo la recepción, fueron Shakira y Gerard Piqué, quienes después de muchos rumores sobre su asistencia, llegaron a Argentina esta mañana para poder acompañar a la feliz pareja. El detalle romántico de la noche lo dio una sorpresa del novio, cuando el cantante Abel Pintos, llegó al final de la ceremonia para interpretar la canción favorita de Antonella, Sin Principio Ni Final.